A diferencia de lo que ocurre en EE UU, en Europa el impacto de la divisa podría ser positivo y dar cierto apoyo a las compañías con peso en el mercado exterior
MADRID. Avanzada ya la campaña de publicación de resultados del tercer trimestre, puede ser interesante dar un repaso a lo que hemos visto hasta ahora, ya que nos puede ayudar a entender algunos de los movimientos que se han visto en los mercados de renta variable.
En Estados Unidos han publicado cuentas cerca del 80% de las compañías que componen el índice S&P 500, con un grado de sorpresas positivas por encima de la media en beneficio por acción (BPA), un 78,9% frente al 72,9% de media histórica, pero por debajo de la media en el caso de los ingresos, 48,5% frente al 53,5% de media histórica. Al inicio de la campaña, se estimaba una ligera caída interanual en el tercer trimestre del BPA y a estas alturas el consenso apunta a que el crecimiento del BPA trimestral podría terminar siendo del 3,5%, frente a los datos del tercer trimestre de 2022.
Hay que decir que el sentimiento de aversión al riesgo en el que ha transcurrido buena parte de la campaña de resultados, (contexto económico más negativo en Europa y China, conflicto en Oriente Medio, fuerte subida de la rentabilidad de los bonos soberanos…), esta vez ha lastrado el tradicional efecto de catalizador de subidas que las campañas de publicación de resultados suelen tener para la renta variable.
Un ejemplo claro de esto han sido los resultados publicados por Apple: sus ingresos en China han caído un 2,5% interanual, y el resto de ventas se han visto afectadas por el efecto divisa (fortaleza del dólar). Según la propia compañía, las perspectivas para el negocio en China el próximo trimestre no son mejores, ya que mientras las ventas de smartphones en aquel mercado caen un 3%, debe de competir con nuevos modelos producidos allí en un entorno de mayor presión regulatoria. Dentro de las grandes tecnológicas cabe resaltar que mientras Amazon y Microsoft han presentado buenas cifras, Alphabet, Apple y Meta han decepcionado.
Siguiendo en Estados Unidos, decir que si bien su economía está mostrando fortaleza, comienzan a dejarse notar algunas preocupaciones por parte de las empresas respecto a la resiliencia de los consumidores. Todo ello después de que se hayan mostrado en los últimos meses poco sensibles al incremento de precios. En las próximas semanas iremos conociendo las cuentas del sector retail y podremos tener más pistas sobre el comportamiento del consumidor, que podría estar sufriendo el agotamiento del ahorro, el lastre del incremento de precios, la subida de tipos de interés y la reanudación de los pagos de los préstamos estudiantiles.
Mientras tanto, en el Viejo Continente están predominando las decepciones. Han publicado algo más del 50% de las compañías que sigue el consenso del Euro Stoxx, con el índice de sorpresas positivas ligeramente por debajo de la media histórica, en el caso del beneficio por acción (55,3% frente al 56,1%) y muy por debajo de la media histórica, en el caso de las ventas (35,5% frente al 51,7%).
El BPA estimado para el tercer trimestre de 2023 mejora respecto al trimestre anterior, pero el crecimiento interanual se sitúa todavía en territorio negativo. El consenso está estimando que podría ya colocarse ligeramente en positivo en el cuarto trimestre. Sin embargo, el deterioro de la economía europea y el momentum de resultados, que se ha colocado también en negativo tras varios meses en positivo, amenaza esas estimaciones más positivas para el cuarto trimestre.
A diferencia de lo que ocurre en Estados Unidos, en Europa el impacto de la divisa podría ser positivo y dar cierto apoyo a las compañías con peso en el mercado exterior, sobre todo en el caso de las compañías con exposición a Estados Unidos.
Antonio Castelo es analista de iBroker
Las cotizadas de ambos lados del charco (Estados Unidos y Europa) están presentando sus cuentas del tercer trimestre en medio de muchas dudas