VALÈNCIA (EP). El alcalde de Riba-roja, Robert Raga, anuncia que próximamente se pondrá en contacto con el resto de ayuntamientos afectados por una posible ampliación del aeropuerto de Manises para "estudiar posibles actuaciones y análisis conjuntos ante la preocupación de todos los municipios por un proyecto que puede suponer un mayor perjuicio del que ya soportan a diario".
En un comunicado, Raga aboga por una "solución pactada y consensuada entre todos desde el diálogo amplio y sosegado, sin imposiciones y con la mirada en hallar un punto de encuentro que suponga una alternativa sostenible desde el punto de vista ambiental y que no suponga, en modo alguno, un mayor perjuicio y molestias para los vecinos de los diversos municipios afectados por esta infraestructura".
Según advierte, la expansión del aeropuerto, exigida recientemente por la Generalitat, tendría como consecuencia "un incremento masivo de turistas y de aviones para los municipios que están más cerca de las inmediaciones". Ante esta situación, insta a plantear y trabajar en fórmulas alternativas a una posible ampliación de esta infraestructura y llama al consenso y la participación de todos los municipios afectados.
El equipo de gobierno de Riba-roja defiende que hay alternativas a una ampliación del aeropuerto que "podrían ser avaladas por las organizaciones empresariales", como construir un nuevo aeropuerto en otra zona e incluso aprovechar las instalaciones del de Castellón para acoger el crecimiento de turistas y de aviones que se ha experimentado en los últimos años.
Según sus cálculos, hay más de mil viviendas de las urbanizaciones y núcleos diseminados del área este y oeste del término municipal --principalmente en la Llobatera, Carassols, Pla de Totxar o Pout d'Escoto, además de las viviendas del casco urbano-- afectadas por los ruidos y las molestias que soportan a diario por su cercanía al perímetro de actuación del aeropuerto.
"En algunas ocasiones, especialmente en las horas punta, puede suponer el paso de un avión cada dos minutos, en las maniobras de aterrizaje o despeje, por el término municipal, que acoge alrededor del 80% del tráfico aéreo en las maniobras de despegue y de aterrizaje", expone.
Estas reivindicaciones y quejas se han trasladado repetidamente a Aena, que hasta ahora ha insonorizado alrededor de 300 viviendas del término municipal afectadas por "el elevado impacto acústico y ambiental".
Por todo ello, el gobierno municipal de Riba-roja insiste en la necesidad de articular alternativas "viables" y "factibles" a la ampliación directa del aeropuerto desde el consenso y el diálogo entre los municipios afectados, la Generalitat, Aena y las asociaciones y entidades vecinales.