VALÈNCIA. El alcalde de Riba-roja de Túria, Robert Raga ha sufrido en primera persona los efectos del COVID-19. Pasó ocho días ingresado en el Hospital de Manises tras contraer la enfermedad y fue allí donde se dio cuenta de lo importante de controlar la saturación de oxígeno en sangre de los enfermos. Por eso, el Ayuntamiento comprará 40 saturadores para que los contagiados de la localidad puedan ser controlados a distancia desde el centro de salud de la localidad.
Es una medida que se añade a otras que se han tomado desde el municipio, en el que se amplió el centro de salud para diferenciar a los pacientes según la tipología y se incrementaron las líneas telefónicas para que los médicos pudieran atender a sus pacientes por esa vía. Además se dotó de material a las cuatro residencias del término. También se ha puesto en marcha el programa 'El teu ajuntament amb tu' para atender las necesidades sociales de los vecinos.
En cuanto a la situación de las empresas de Riba-roja de Túria, Raga afirma que "el 63 por ciento de las empresas instaladas en la localidad ya están en marcha" gracias a su carácter logístco.