VALÈNCIA. Sanspok. Ese es el nombre de la genuina odisea funky punk de Castellón, cargada de chorus, flanger y “en realidad, todo lo que se pueda usar”, dice Mateo. Este sonido y otras cualidades hacen que los conciertos de esta banda de “música de casino” sean una total experiencia eléctrica que invita a deambular por el cosmos… lugar del que nunca querríamos volver del todo.
Sophía Bodí Fernández (21, Villarreal) comienza Sanspok cuando tiene 16 años. “Entonces yo estaba haciendo cosas en mi cuarto. Cuando salió el Pokémon Go quería ponerme un nombre en el juego. Como también jugaba al Undertale dije ‘Sans’ [personaje] y luego ‘pok’ de Pokémon. Y dije ‘Sanspok’ -ríe- es cutrísimo, pero está guay”.
En esta época conoce a Mateo Montins Font de Mora (22, Argelita), guitarra de Sanspok, que junto a Sophía, guitarra y voz, empiezan a tocar. Pasan por varias personas hasta llegar al bajista Andreu Pesudo Bonet (24, Villarreal) y al batería Ferran Gallardo Pejó (25, Castellón). “Ahí es cuando empezamos a tocar canciones con el ‘sonido casino’. El sonido casino es prevalente en Sanspok”, al respecto ponen de ejemplo algunos temas propios como ‘Flowers’ o ‘Jezabel’.
Andreu tiene muchos bajos con sonido casino. Sophía habla de un sonido rojo oscuro y muy íntimo, como de club de jazz. Mateo añade luces de neón. ‘Flowers’ es el tema que marcó la dirección. Sophía llevó al local una idea con matices setenteros y, en el momento en que la tocaron todos juntos, la canción ya estaba hecha, “de alguna manera, subconscientemente, nos caló a todos, y fuimos haciendo cosas en ese camino”.
Sanspok se definen como ‘odisea funky punk’ u ‘odisea fungi punky’, “dependiendo del estado de consciencia, si está alterado o no” -aclara Sophía- “En realidad fuimos a una jam del 16 Toneladas y alguien nos dijo que hacíamos algo así como ‘disco punk’. Y de ahí, literalmente nos lo pusieron en bandeja. Y luego que ‘funky’ es ‘fungi' muy fácilmente”.
Progresivamente, la unión de los 4 músicos les llevó al sonido. “Somos gente muy específica, wokes de pueblo, que digo yo. No es lo mismo que ser woke de ciudad... Woke sería como moderno ético, gente pro derechos humanos, gente despierta” -puntualiza Sophía- “Woke de pueblo sería Albert Pla y woke de ciudad sería, por ejemplo, VVV Trippin You. Nosotros somos wokes de pueblo, y el papel de Ferran es que tiene de los dos, y aporta la universalidad de lo que hacemos”.
Cada vez es más habitual que los creadores prefieran -en cierto modo- liberarse del peso de los referentes, es inevitable no reconocer influencias, pero finalmente lo que nos seduce -en este caso- de una banda, y lo que ayuda realmente a definirla, es esa autenticidad, esa identidad que trasciende los referentes. “El woke musical es salirte de lo convencional”.
Sanspok bromean citando como referencia a Melendi. Sophía no duda que la Medicina sí es una inspiración para Sanspok: “a nivel general, músculos y demás”. Andreu concluye entre risas: “Melendi con bata de doctor”.
Les pregunto sobre qué temas hablarían en un podcast, y se confirma la sospecha de que son unas mentes curiosas y esmeradas. Sophía: “sobre psicodélicos, medicina, universo, preguntas existenciales…” Andreu: “un podcast de ciencia, sin tener ni idea”, Sophía: “real, sólo con lo que has leído y sabes. Hablar también de alquimia. Es interesante. Todas esas cosas”.
Es problema de muchos y no es novedad, especialmente entre músicos, artistas: “Sensación de confianza y seguridad desde un plano laboral… cero”, observa Sophía. Pensando en las facilidades que han podido encontrar como banda, añade que: “El Curry literalmente es lo único que nos saca bolos”. El colectivo Curry Kvlt es una iniciativa joven que desde 2021 impulsa el movimiento musical y artístico en Castellón, con un enfoque original. Mateo también menciona buenas experiencias con salas como la Because, sitios donde les han dicho de tocar y les han pagado, a diferencia de otros lugares donde “vas a tocar sabiendo que no vas a cobrar, y luego te cobran las bebidas”. Locales sin licencia, sin regletas para enchufar el equipo y que tardan semanas en pagar la gasolina a la banda, “cosas que pasan”.
Sanspok destaca la importancia de conocer a gente: “Al final, las facilidades han sido gente que está igual que tú y te han ayudado. Las facilidades no las suelen poner los locales, sobre todo a la gente que no es tan discográfica, que no está tan en el meollo. Yo hago música, pero hay una parte de ser músico que es hablar con gente. ¿Y si soy literalmente antisocial? ¿Y si no quiero, qué hago? Estás obligado”.
Para después del verano Sanspok lanzará su primer álbum Odisea funky punk, grabado en Rockaway Studios. El sistema de crowdfunding les ha permitido sustentar la grabación más fácilmente, además de camisetas y fanzines -que pueden echar un cable a la hora de autofinanciarse-, y algunas acciones originales como regalar limones -algo que seguramente deje una impronta atípica en mentes apresuradas como las de hoy-. Además, un videoclip en marcha.
Sus fanzines son una colección de cómics titulados ‘Flatulent City’, y cuentan historias de cloaca: hormigas traicionadas, una pobre cucaracha y una rata traficante. Los personajes toman nombre de canciones del disco. Aunque “en el álbum no se habla de la historia del cómic. He creado otro universo a parte”. Sophía introduce la narración y explica: “las cucarachas son los bichos más detestados, todo el mundo las odia. Esta es una chica super apañada, le gusta el baile de salón e ir arreglada, pero socialmente la rechazan por ser como es y venir de donde viene”.
Un espectro que acoge desde el metal hasta un “funk chill” -tipo Golpes Bajos-, es una pista de lo que podremos encontrar en el próximo álbum de Sanspok. Para Sophía, a pesar de la diversidad a nivel sonoro, lo que une todas las canciones es que “cada una es una alucinación, es decir, cada canción es un trauma, pero visto desde una perspectiva totalmente surreal”. Mateo observa al respecto que “todo son gente con problemas, siempre hay cosas de psicología”.
Sophía habla de “disociar, pero hacerlo conscientemente". Al final pasar tiempo en tu cabeza hace que pienses, que vayas a muchos sitios, explores muchas ideas, muchísimas cosas raras. Si pasas poco tiempo en tu cabeza, conoces poco. Eso es lo que ha hecho que los temas sean como son, que he pasado mucho tiempo en mi cabeza”.