MADRID (EP). Merlin Properties ha dejado en suspenso el pago del dividendo complementario, por el que tenía previsto repartir un total de 0,32 euros por acción, al indicar que su eventual abono se decidirá en función de la evolución de la crisis generada por el coronavirus y el impacto que genere.
La socimi indica que su consejo decidirá en cuanto al importe final a pagar y la fecha "una vez se evalúen las consecuencias que tuviera para el negocio de la compañía la situación creada por la
pandemia, teniendo igualmente la facultad de cancelar dicha distribución si las circunstancias así lo recomendaran".
En paralelo a la suspensión de la remuneración a los accionistas, el consejo de la primera socimi cotizada el país ha resuelto reducir en un 25% la retribución de sus consejeros. Además, el consejero delegado de la compañía, Ismael Clemente, y el resto de miembros de su alta dirección han convenido en no cobrar la retribución variable o 'bonus' que les correspondiera en el ejercicio 2020.
Asimismo, Merlin, que tiene como primer socio al banco Santander, ha analizado el plan de inversiones que actualmente acomete para mejorar su cartera de oficinas y centros comerciales y construir nuevas naves logísticas y ha decidido limitar "temporalmente su ejecución" a los proyectos que ya tiene en marcha y cuyo alquiler está comprometido, dada su "capacidad de generar rentas a corto y medio plazo". El resto, se aplazarán.
En concreto, la socimi detalla que el conjunto de actuaciones en ejecución y generadoras de rentas a corto plazo, esto es, los que continuarán en marcha, suman requieren una inversión total de 247,7 millones para los próximos cuatro años, de la que 167,4 millones se prevén desembolsar en 2020. Las rentas futuras estimadas atribuibles a estos proyectos, que ya están 'prealquilados' al 65%, se estiman en 37,3 millones de euros.
Respecto a los inquilinos de sus locales y oficinas afectados por la crisis o que se han visto obligados a cerrar, la socimi indica que "continúa trabajando para ayudar, dentro de sus capacidades, allí donde se pueda". Merlin asegura "gozar de una situación de gran solvencia financiera para afrontar estos difíciles momentos". En concreto, detalló que dispone de 1.100 millones de euros en tesorería y que no afronta vencimientos de deuda hasta abril de 2022.
Asimismo, recuerda que su deuda equivale al 40,6% del valor de su cartera de activos ('loan to value') y que existe una "muy amplia holgura" para el cumplimiento de los covenants financieros. Recientemente, dos agencias de rating, Moody's y S&P) han ratificado la nota de 'investment grade' que tiene otorgada a la compañía.
En paralelo a la aprobación de estas medidas corporativas, Merlin afirma haber estado trabajado "intensamente" en las últimas semanas en iniciativas que ayuden en la lucha contra el coronavirus. En este sentido, reveló que ha realizado gestiones para traer a España y poner en marcha cuatro robots de "última tecnología" para la realización de pruebas masivas PCR.
Se trata, según detalló en un comunicado, de un proyecto promovido por cinco profesionales de los sectores de la sanidad, la investigación, la tecnología y los asuntos públicos, que cuenta con fondos aportados por la socimi y donaciones de sus empleados. Según indica, estos cuatro robots han sido ya instalados en el Instituto de Salud Carlos III y en los hospitales de La Paz, en Madrid, y Vall d'Hebron y Clinic, en Barcelona.
En una segunda fase, está previsto que estos robots se adapten para integrar los sistemas que se van a utilizar para la realización de tests de anticuerpos. Merlín explicó además que esta iniciativa se han sumados otras empresas, como Manpower, Inditex, Apple, Correos, Ikea, LLYC y Telefónica, que han aportado ingenieros, logística, equipamiento e infraestructuras necesarios para la puesta en marcha de los robots. También han participado los Ministerios de Hacienda, Interior, Exteriores y Ciencia e Innovación para facilitar la gestión del proyecto.