VALÈNCIA (EP). La Comisión de Urbanismo del Ayuntamiento de València ha aprobado este miércoles por unanimidad el dictamen favorable a la modificación puntual de las normas urbanísticas del Plan Especial de Protección de Ciutat Vella relativa a la regulación del uso de vivienda turística. Esta aprobación es el paso previo para poder solicitar, a partir de ahora, el pertinente informe a la Conselleria de Cultura y Deporte, según ha informado el consistorio en un comunicado.
La propuesta establece que se elimina el uso terciario de vivienda turística en el ámbito de predominancia residencial de Ciutat Vella, que incluye los barrios de Velluters, el Pilar, el Mercat, el Carmen, la Seu y una parte de la Xerea. Estas zonas son las que registran una "mayor saturación" de vivienda turística.
Según ha explicado el concejal de Urbanismo, Juan Giner, desde este planteamiento, la iniciativa aprobada este miércoles "prohíbe las viviendas turísticas en cualquier edificio de Ciutat Vella que tenga una vivienda residencial".
"Queremos que Ciutat Vella sea un barrio residencial y por esa razón hemos propuesto que no es compatible y no se abrirán apartamentos turísticos en los edificios donde viven nuestros vecinos", ha indicado el concejal.
Giner ha recordado que en Ciutat Vella hay más de 19.000 viviendas y una población de casi 28.000 habitantes. "La propuesta que hemos aprobado tiene el objetivo de garantizar la calidad de vida de las personas residentes en todos los barrios del distrito, a la vez que contribuye a la conservación de los valores patrimoniales del centro histórico y protege el comercio tradicional", ha indicado.
Además, la iniciativa establece la posibilidad de que, "de manera excepcional", existan viviendas turísticas cuando se trate de "un uso exclusivo", sin ninguna vivienda residencial, solamente en el barrio de Sant Francesc y en una "pequeña parte" del de la Xerea.
Nada más que sea aprobada la propuesta de ordenación, aquellas viviendas turísticas que en ese momento dispongan de la correspondiente licencia o autorización podrán seguir en funcionamiento, pero la medida implica que no se implantarán más viviendas turísticas ni tampoco se abrirán nuevas en edificios residenciales.
Desde el PSPV, el portavoz adjunto el el consistorio, Borja Sanjuán, ha criticado que la alcaldesa, María José Catalá, "haya tardado más de un año en asumir las restricciones a los apartamentos turísticos que dejaron preparadas los socialistas desde Urbanismo en mayo de 2023". "Se ha negado a aplicar límites hasta que, fruto de su inactividad y mala gestión, la ciudad se ha colocado al borde de la saturación turística como constatan todos los informes, incluidos los del propio Ayuntamiento", ha indicado en un comunicado.
Según los datos del PSPV, "solo en el último año se han abierto en València más de 3.500 apartamentos turísticos más en todos los barrios sin que Catalá haya hecho absolutamente nada para frenar este fenómeno, que está impactando directamente sobre el precio de la vivienda y en los alquileres. En realidad, intentó empezar de cero para poder beneficiar a los apartamentos, pero la realidad se lo ha impedido".
El portavoz adjunto de los socialistas se ha manifestado en estos términos después de la Comisión de Urbanismo que ha aprobado remitir a Cultura la modificación en el PEP de Ciutat Vella.
"Lo que ha pasado hoy es que Catalá se ha visto obligada a rectificar su intento de beneficiar a los propietarios de apartamentos. Todavía debe ratificar este cambio Cultura, un trámite que tarda más de un año, y después debe aprobarlo el pleno y la Comisión Territorial de Urbanismo, pero la moratoria finalizará en abril de 2025. Es decir, que el año perdido del PP va a provocar que pueda no llegar a aprobarla a tiempo y que se presenten más licencias. Este año de irresponsabilidad de Catalá le puede costar muy caro a la ciudad", ha continuado.
En este sentido, Sanjuán ha subrayado que Catalá "se ha negado durante todo un año a aplicar ningún tipo de control ni de restricción a los apartamentos turísticos, pero la presión de los socialistas, de los vecinos y vecinas de los barrios y que hasta Madrid haya aceptado poner límites, le ha obligado a rectificar. Eso sí, mientras tanto ha conseguido que los apartamentos ilegales inunden no solo el centro de la ciudad y el Marítimo sino que también se disparen en los barrios", ha finalizado.
La síndica de Compromís, Papi Robles, ha asegurado por su parte que el vecindario de Ciutat Vella "está lanzando un grito de alerta que es también consecuencia del turismo descontrolado en esta ciudad y, como en el caso de los apartamentos turísticos, Catalá está llegando tarde".
Compromís per València ha propuesto, en una moción que se ha debatido en la Comisión de Urbanismo, la creación de un plan de inspección de locales hosteleros del distrito de Ciutat Vella donde se haga "especial énfasis" en la revisión y control de las terrazas y la transmisión de ruidos, humos y olores en las viviendas y en la vía pública, según ha informado en un comunicado.
Asimismo, la coalición valencianista pide impulsar una campaña de divulgación y sensibilización sobre buenas prácticas en hostelería, en coordinación con otras entidades como la Federación de Asociaciones de Vecinos y Vecinas o la Federación Empresarial de hostelería de Valencia.
Finalmente, se ha acordado una moción alternativa, aprobada por unanimidad de todos los grupos, que encomienda al Servicio municipal de Inspección estudiar "un posible plan complementario y/o posterior al existente sobre apartamentos turísticos y la elaboración de una guía de buenas prácticas".
También el gobierno municipal se compromete a seguir impulsando "expedientes de restauración de la legalidad derivados de las denuncias vecinales" y colaborar con la Federación de Asociaciones de Vecinos y Vecinas o la Federación Empresarial de hostelería de València para mejorar la calidad de vida de los barrios.
"Nuestra demanda va dirigida hacia aquellos negocios que incumplen la normativa para ver incrementado su volumen de beneficios con terrazas sin licencia o ampliaciones no autorizadas, transmisión de humos, olores o ruidos en otros locales y viviendas, etc. Casos que las entidades vecinales están continuamente denunciando en sus redes", ha indicado Robles, que ha pedido "control y hacer cumplir las ordenanzas y la ley, con un plan de inspecciones urgente".
Robles ha señalado que el centro histórico de València "es donde se concentra la mayor oferta hotelera y eso debe ir acompañado, como no podría ser de otra manera, de una conciliación con los residentes, vecinos y vecinas de Ciutat Vella, que mantienen sus viviendas en el barrio pese a las dificultades que en muchos caos tienen por los problemas derivados de una excesiva y descontrolada turistificación".