El actual equipo de gobierno del Ayuntamiento, liderado por María José Catalá, está impulsando una transformación profunda en la movilidad gracias a la innovación tecnológica, la sostenibilidad y, sobre todo, a la vuelta del sentido común junto con el compromiso con los vecinos. Y claro, la oposición está nerviosa.
Sumidos en el drama de la irrelevancia, PSPV y Compromís buscan puntos débiles para atacar y no los encuentran. Por ello, contestan con ataques infantiles, con insultos tan ridículos que no utilizan ni los niños en el patio del colegio, con llamarnos gobierno procoche o decir que queremos acabar con los carriles bici... Somos Capital Verde Europea y no pueden soportar que estemos haciendo las cosas bien. Los datos y los números demuestran que, una vez más, mienten.
Este mes de septiembre, con la Semana Europea de la Movilidad como marco de referencia, hemos puesto de manifiesto cómo Valencia apuesta por la movilidad sostenible dando respuesta a las necesidades de sus habitantes. Hemos dejado atrás los años en los que la movilidad era escenario de enfrentamiento permanente: prohibir sin alternativas, la máxima del gobierno de izquierdas, ha llegado a su fin.
La primera revolución la estamos desarrollando en el transporte público; la EMT está en el centro de este cambio. Nos hemos fijado un ambicioso objetivo: convertir Valencia en la ciudad con el mejor transporte público de España.
Para lograrlo, se ha puesto en marcha el mayor plan de inversión en transporte público de nuestra historia, con una dotación de 172 millones de euros hasta 2028. Este plan incluye la renovación de la flota de autobuses, la mejora de la infraestructura electrificada y la implementación de nuevas tecnologías que optimicen el servicio.
Y no hablo de futuro, sino de presente: la EMT ha registrado el mejor verano de su historia. Entre las medidas en marcha, se han contratado a 93 nuevos conductores y hemos recuperado siete líneas que conectan de forma directa los barrios con el centro de la ciudad. No queremos un centro histórico fantasma. Queremos facilitar que todos los vecinos lo vivan y lo disfruten.
Es también una realidad que somos la primera ciudad de España en ofrecer una tarjeta monedero digital en el móvil para el transporte público, con viajes gratuitos que premian a los que más la usan.
La apuesta por la sostenibilidad es clara: en 2028 más del 93% de la flota de autobuses será eléctrica o híbrida. Este cambio reducirá las emisiones de carbono y contribuirá a hacer de Valencia una ciudad más limpia y saludable.
El compromiso con la accesibilidad siempre está presente en nuestras políticas. En 2025, el 97% de las paradas serán completamente accesibles para personas mayores, con movilidad reducida y familias con carritos de bebé. Esto no es solo una mejora en la infraestructura, es una apuesta por una ciudad inclusiva, donde todos los ciudadanos tengan las mismas oportunidades para desplazarse.
Otro de los grandes retos que hemos abordado es la falta de aparcamiento, una de las quejas más recurrentes de los ciudadanos en los últimos años. Durante el mandato anterior, miles de plazas de aparcamiento se eliminaron sin ofrecer alternativas, lo que obligó a muchas personas a gastar sumas considerables en alquiler de plazas privadas.
Nuestro gobierno ha recuperado la gratuidad de la ORA azul en la franja de mediodía y la última hora de la tarde, lo que ha supuesto un ahorro de 1,5 millones de euros anuales para los valencianos. Además, estamos realizando actuaciones en diferentes puntos de la ciudad para recuperar más de 1.000 plazas de aparcamiento, una medida que aliviará la presión en zonas clave.
Y por todo esto, en la oposición están nerviosos: ha tenido que ser el gobierno del Partido Popular el que haya democratizado la movilidad. Todas estas medidas son las que hacen posible que la gente de los barrios y del área metropolitana puedan llegar a València a trabajar, a estudiar, a comprar o a disfrutar… La izquierda no había pensado en todo esto, no había pensado en la gente, ni mucho menos aplicado ninguna medida. Se quedan en la anécdota facilona, en la bici.
Pero les recuerdo que no todos pueden ir en bici, por edad o porque viven demasiado lejos y no pueden hacer trayectos tan largos. Por ello damos alternativas a la vez que seguimos apostando por la movilidad activa con gestión: el peatón en el centro con auditorias de seguridad vial y construyendo más kilómetros de carriles bici en 18 meses, en concreto 17,5 kilómetros, que la izquierda en años.
Estamos demostrando que, con innovación, inversión y visión, Valencia se convertirá en un referente en movilidad urbana en toda España. Somos un ejemplo de cómo las ciudades pueden avanzar sin dejar a nadie atrás. Una movilidad para todos. Seguimos pedaleando.