A la una y media de la madrugada el Negrita del Arenal acogerá a los de Orihuela, que se tomán la actuación como un descanso, pues llevan todo el año mimando su tercer álbum de estudio que verá la luz, posiblemente, en octubre
VALENCIA. Entre copas la banda se hizo con su nombre. Hacia poco que había muerto Barry White y aquella noche escuchaban 'Brava', de Mina Mazzini. Lo de la v, no se sabe del todo porqué, pero Óscar Ferrer, la voz de los Varry, reconoce que "por tocar un poco los cojones". Burriana los anunció hace un par de semanas de improviso, "no pensábamos ir al arenal" dice Óscar, "pero se cayó una banda y nos lo propusieron... no sabemos decir que no". Vuelven a este festival en un año que se han alejado de los escenarios para centrarse en el estudio. Han puesto una tímida distancia, porque sí se han dejado ver en el EMDIV Music Festival o en conciertos por Alicante y Murcia, asimismo, actuarán en septiembre en el Festival Neox Rocks. 'Playa', 'Oh, oui oui', o 'No gires' les definen tal y como lo hacen las palabras de Óscar, son una banda que nace del gamberrismo y del buen rollo, con un guiño constante a los años 80.
Lo retro ha marcado su vida. Hijos de la década ochentera, esa estética musical ha sido la banda sonora de su infancia y adolescencia, ha dejado huella en todo lo que componen. Su punto fuerte es el directo y en tan solo 6 años, "empezó casi como una broma juntándonos en un casa y grabando", han actuado en referentes nacionales como los escenarios del BBK Live o del SOS 4.8. En 2009, con lo que tenían por casa autoeditaron su primera maqueta, Ídolo; en 2012 y 2014, fichados por la productora Darlalata, les llego el turno a Demasié y Arriva. Hoy trabajan con Hook Management, una agencia que trabaja con artistas de referencia como Amaral, Miss Caffeina o Second. Son una apuesta inconfundible y ecléctica que hace viajar al público desde el pop de los 80 y la música disco al indie más actual. El día que dejen de pasárselo bien con la música, lo dejarán, pero de momento el aire más canalla y descarado de Varry promete nuevo disco. "Siempre hemos intentado hacer un punto distinto al pop de este país", Óscar cree que a finales del siglo pasado y en los 2000 el pop cayó en una "oscuridad muy profunda". Por ello, se lanzan al vacío y recuperan esa vitalidad y energía en sus acordes, bailes y vestuario. La pasión que tienen por la música, como músicos, pero sobre todo como oyentes; y la amistad que los une es lo que ofrecen en cada directo.
Al principio, rebuscaban en armarios de madres, tías, abuelas y hermanas, "porque la ropa masculina es muy aburrida". Óscar bromeaba pero está en lo cierto, hay abuelas mucho más divertidas que los modernos de ahora. La madre de Aaron es diseñadora, así que fue cuestión de tiempo para que les comenzará a diseñar algunas prendas. No obstante, las tiendas de segunda mano son una parada obligatoria de los Varry, su partículas forma de mantener aquellos años. Fans incondicionales recordarán a Óscar dentro de unos pantalones rojos brillantes y apretados, muy apretados. Los llevaba en La Roda y entristece saber que ya no los volverá a llevar, de tanto girar se rompieron. Con Aaron, el leopardo es un must en los teclados, también las lentejuelas, camisas rayadas imposibles o una combinación de colores que bien podría ser una paleta cromática. Más discreto es Vicente, pero americanas y pitillos ajustados no le pueden faltar. Al mezclar color carmín, flores y lunares, boinas grises y pantalones dorados, ¿para qué necesitan los focos?
Para su primera maqueta se encerraron en una casa de montaña, cerca de Caravaca de la Cruz, y los temas empezaron a tomar forma. Llevan mucha carretera a la espalda con Demasié, producido por Raúl Lara; y explorar su sonido les llevo a publicar su segundo álbum, el más ambicioso hasta el momento. Arriva: 16 horas de juego y 4 litros de bebida energética les hizo recorrer toda la geografía española, reconocieron en sus redes sociales lo sorprendidos que estaban del cariño que el público les mostraba. Lo que empezó como un proyecto sin pretensiones y para divertirse, ha acabado con varias giras, yendo a festivales y juntándose con artistas de gran calidad que admiran.
Varry Brava puede cantar que salen en el Marca, pues 'Salta' se convirtió en el himno de la selección en la Copa del Mundo del 2014. Además, un año más tarde, comenzaron a sonar en todas las televisiones con el anuncio para una heladería. Fue algo natural y casual, visitaron a un amigo que se encontraba en el set del rodaje y el director, tras buscarles en google, decidió que aportaban la frescura que necesitaba el spot. Más que casualidad fue el hambre, llegaron hasta allí por la invitación de su conocido: "había helado para todo el mundo".
Arriva está cerca de cumplir los dos años, un tiempo breve para grabar otro trabajo. Desde abril llevan preparando la maquetación, y ha sido en junio cuando han comenzado a grabar. Esta vez no han querido prisas, han trabajado el material con mucho cariño para cuidar cada detalle. Han sacado hueco durante los fines de semana y también han evitado la carretera, "con un disco nuevo estás más presente, pero para grabar necesitas tiempo" cuenta Óscar. El nuevo disco saldrá a la venta a la vuelta del verano, y el trío desconoce la fecha, pero ya han hecho su porra: calculan que a principios de octubre. Han avanzado 'Callada', pero no van a desvelar nada más. Advierten que "tenemos más ganas que vosotros" y seguirán dando ese punto canalla, pero parece habrá matices. El grupo se abre a otros lugares y a otras emociones que le apetecía desarrollar, un sonido más íntimo, "de local de ensayo". Aún así, Varry no renuncia a su idiosincrasia, a la fiesta. El trabajo ya es el niño mimado de la casa y han buscado un sonido natural y orgánico. Guardan con recelo los posibles títulos, el nuevo trabajo está rodeado de misterio.