VALÈNCIA. Las acciones preferentes del grupo Volkswagen (VOW), las que forman parte del principal índice bursátil alemán -Dax Xetra 40- porque también tiene títulos ordinarios y cuya marcha es muy parecida, ni se inmutaron ayer jueves al anuncio de su gigafactoría de baterías en Sagunt. Más bien todo lo contrario porque cedieron terreno en el parqué al dejarse casi medio punto porcentual, tal y como se observa en el gráfico de YahooFinance. El gigante de la automoción se deja en lo que va de ejercicio un 14,37%, pero con un 'pequeño' detalle: desde que el pasado 8 de marzo cerrase en los 135,84 euros -mínimos de finales de diciembre de 2020- ha rebotado prácticamente un 12% hasta la jornada de ayer. Sin embargo, tomando sus últimos máximos de primeros de junio pasado (240,95 euros), la caída es de casi 37%.
"Se trata de un sector muy tocado en los últimos años, acumulando pérdidas y que se está reconvirtiendo a marchas forzadas potenciando los vehículos eléctricos, que conllevan multimillonarias inversiones en todos los sentidos, además de tiempo lógicamente. No solo la cotización de Volkswagen se está viendo afectada en bolsa sino también el resto de sus competidores; basta echar un vistazo a los gráficos de los últimos 24 meses para ver que no difieren mucho unos de otros. Es un sector que se ha visto envuelto no solo en la pandemia sino también en la crisis de las materias primas, la falta de componentes y ahora sobrecostes de fabricación. Una auténtica tormenta perfecta de la que están tratando de salir, pero la situación es compleja por no decir otra cosa". Así respondía a la llamada de este diario un veterano gestor de fondos de inversión.
Y no le falta razón porque hablamos de un sector donde se trabaja con muchas materias primas como el acero, litio, paladio, platino, níquel... 'commodities' que se están viendo seriamente afectadas por el intercambio de sanciones comerciales entre Rusia y Occidente, lo que conlleva daños colaterales para la industria de la automoción. A primeros del presente mes, una encuesta entre 137 empresas españolas del sector recogía que el 90% de la industria nacional de la automoción estaba padeciendo los estragos del conflicto bélico.
El grupo que fabrica marcas como Audi, Bentley, Lamborghini, Porsche, Skoda y/o Seat, catapultó el pasado año su beneficio un 78% hasta los 14.843 millones de euros. De este modo recuperó cifras prepandemia, tal y como informó el pasado 15 de marzo. La corporación dirigida por Herbert Diess confirmó que en 2021 aumentó su resistencia y mejoró su capacidad para hacer frente a las limitaciones de suministro y vinculadas con la pandemia, destacando que los gastos generales se redujeron con éxito, el índice de inversión fue alto y el punto de equilibrio se redujo.
"En 2021, mejoramos nuestra solidez general. Nuestra recompensa fueron unos resultados y unos flujos de caja sólidos. Al mismo tiempo, no hicimos concesiones en lo que respecta a las inversiones futuras y avanzamos para convertirnos en un proveedor de movilidad sostenible impulsado por el software", indicó el director financiero de la empresa, Arno Antlitz.
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Por su parte, el consejero delegado de la corporación, Herbert Diess, afirmó que la guerra en Ucrania representa una tragedia humana y provoca una convulsión económica. A su juicio, Volkswagen ha demostrado su resiliencia durante los últimos años y se mostró confiado en que lo seguirá haciendo en esta nueva crisis. "Al mismo tiempo, seguiremos manteniendo claro el enfoque en la puesta en marcha de nuestra estrategia New Auto, que nos permitirá hacer posible un futuro de la movilidad autónoma y sin emisiones", afirmó el directivo.
La cifra de negocio de VOW alcanzó los 250.200 millones en 2021, un 12,3% más que en 2020, tras vender 8,88 millones de vehículos en todo el mundo, lo que supuso una caída del 4,5% en la comparativa interanual. En cuanto a la movilidad sin emisiones, el grupo comercializó más de 450.000 vehículos eléctricos puros en todo el mundo, lo que supuso más que duplicar los resultados contabilizados un año antes. De este total, más de 93.000 unidades se vendieron en China.
De cara al año en curso, y siempre que la pandemia se mantenga estable, Volkswagen prevé que -en un mercado afectado por la crisis de semiconductores- las entregas a los clientes serán entre un 5% y un 10% superiores a las de 2021. Además, espera que los ingresos por ventas sean entre un 8% y un 13% superiores a los del año anterior. En cuanto al resultado operativo del consorcio, se prevé un rendimiento operativo sobre las ventas del orden del 7% al 8,5% en 2022. Bien es cierto que estas estimaciones están sujetas a la evolución de la guerra en Ucrania y, en particular, al impacto en las cadenas de suministro del grupo automovilístico y en la economía mundial en su conjunto.
Mientras tanto, VOW confirmaba hace diez días que los planes de salida a bolsa de su filial Porsche siguen su curso y que esta división podría empezar a negociar en el parqué en el último trimestre de este año. Una operación "beneficiosa" como explicó Arno Antlitz, pese a la actual situación en términos económicos y geopolíticos. Por su parte, el director financiero de la firma de automóviles deportivos afirmaba que el debut bursátil supondría una mejor valoración de la firma y, por lo tanto, mejores opciones de financiación y margen de actuación. "Las grandes empresas suelen estar infravaloradas porque el valor individual de sus unidades nunca se refleja 1:1 en el mercado de capitales", señaló destacando la importancia de las alianzas con compañías tecnológicas, ya que ayudan a ser una empresa rápida y flexible.
