Desayuno electoral 28M con el candidato de Vox al Ayuntamiento, Juan Manuel Bádenas
Desayuno electoral 28M con el candidato de Vox al Ayuntamiento, Juan Manuel Bádenas
Desayuno electoral 28M con el candidato de Vox al Ayuntamiento, Juan Manuel Bádenas
VALÈNCIA. El catedrático de Derecho Civil y candidato de Vox a la Alcaldía de València, Juan Manuel Bádenas (València, 1965), fue el protagonista días atrás de la ronda de encuentros electorales que está organizando Valencia Plaza con el objetivo de conocer las propuestas y prioridades de los distintos partidos y candidatos a alcanzar la vara de mando en el Ayuntamiento de la ciudad. El formato del encuentro que se utilizó en esta ocasión fue un desayuno en el céntrico restaurante Al Pomodoro, sito en la calle del Mar, en el que participaron redactores del periódico y colaboradores que plantearon cuestiones de actualidad.
A Bádenas le llega la propuesta para ser el candidato de la formación al Ayuntamiento de la mano de Carlos Flores Juberías -candidato de Vox para la Generalitat Valenciana- y de Ignacio Gil Lázaro -diputado en el Congreso por Valencia-, con quienes mantuvo una comida hace un par de meses. Ambos le hicieron el ofrecimiento y, señala, que aceptó a pesar de no saber si la piscina estaba llena al 100% o no. Pero lo hizo porque considera que hay que "tomar partido para poder cambiar las cosas" y cree que Vox es el partido que ahora mismo "mejor defiende España". "Me di de baja del PP el 12 de octubre de 2017 porque ese día el gobierno de Rajoy no estaba defendiendo España. Y me afilié a Vox un año después, en 2018", reconoce.
El encuentro con el candidato se produjo apenas unos días después de que se celebraran las Fallas, y en él expuso algunos de los planes que Vox tiene para la gestión de las políticas públicas en la capital, pero también para subrayar la enorme distancia que existe entre ellos, su votante, y el bloque de izquierdas que ahora mismo gobierna el Consistorio. Especialmente, en aspectos tributarios, de movilidad o en las señas de identidad.
Respecto a lo primero, incide especialmente en que los impuestos "deben ser lo menos invasivos posibles" y "recaudar lo estrictamente necesario para prestar los servicios públicos y tener una administración eficiente". Cuestiona en este sentido que el Ayuntamiento de València ha aumentado en los últimos años "a base de multar y restringir el estacionamiento", por lo que su idea de gestión es revertir el diseño de la ORA -el aparcamiento regulado en zonas azules, naranjas y verdes- para que este sea "racional". "Que no cueste 3 euros aparcar en una zona naranja", censura.
De la misma manera, también rechaza la posibilidad de que en València se ponga en marcha una tasa turística. A su juicio, esta "va a provocar una disminución de ingresos para la ciudad" porque provocará que vengan menos turistas. Cabe recordar que, a priori, está previsto que esta pueda comenzar a aplicarse en 2024 y se cobre entre 1 y 2 euros la noche (con un máximo de 7 días) en función del lugar donde se pernocte: hotel (dependiendo de las estrellas será más o menos caro), camping, crucero, apartamento turístico u otros que prevé la ley.
Precisamente en este punto hace un inciso para defender la "libertad" con la que cada uno debe actuar con respecto a su vivienda. "Que cada uno haga lo que crea más conveniente", señala en relación a que el ejecutivo local ha tratado en los últimos años de regular y frenar en cierto modo el 'boom' de la implantación de pisos turísticos en los barrios de València, para tratar de contener el impacto que estos tienen en el mercado del alquiler de vivienda. A juicio de PSPV y Compromís, hay que compatibilizar el turismo con el derecho que tienen los valencianos a vivir en la ciudad a unos precios asumibles y no "desorbitados" y los pisos turísticos, según ambos partidos, han afectado mucho en este sentido. Para Bádenas, "hay que compatibilizar los intereses de todos" y permitir "pisos turísticos siempre que estos no causen perjuicios para quienes conviven en el mismo edificio". "Se deben respetar las ordenanzas de ruido y todas las normativas, eso sí", concluye sobre esta cuestión.
Las políticas de movilidad impulsadas por el Gobierno del Rialto -conformado por Compromís y PSPV- es otra de las cuestiones que generan rechazo en el candidato de Vox. Tras cuestionar la gestión llevada a cabo en la EMT, advierte que una de las primeras medidas que adoptaría si alcanzara la vara de mano sería analizar el estado en el que se encuentra la empresa para adoptar medidas de saneamiento y, acto seguido, tratar de revertir otras decisiones aprobadas por el Cap i Casal. Como ejemplo, recuperar la línea 5 de autobús, la antigua circular, "que permitía a los ciudadanos de Valencia moverse con mucha facilidad alrededor del centro de la ciudad". "Si la EMT no está siendo rentable y, a su vez, los ciudadanos ven restringido el uso del vehículo sin que se les ofrezca alternativas, es que están haciendo las cosas mal", señala.
Respecto a si eliminaría algunos carriles bici, no llega a pronunciarse sobre ninguno concreto. Pero sí recuerda que existe un estudio de la Universitat Politécnica de València que señala cuáles son los puntos más peligrosos "no solo por el trazado, sino también por el material con el que se han construido". "Hay que compatibilizar los intereses de todos: el que quiera ir en bici, que lo haga, pero el que quiera usar su vehículo particular, que lo pueda hacer también, porque el Ayuntamiento con sus políticas ecologistas está diciéndole a los ciudadanos quién es bueno o malo moralmente", considera.
"Hay una cosa que no me gusta nada y es que se está utilizando Europa como la excusa para todo cuando se quiere tomar una decisión que igual los ciudadanos pueden contestar", puntualiza para, acto seguido, añadir que el Ayuntamiento debe volver a hablar de cuestiones que afectan a la ciudad y no tanto de "cuestiones que vienen impuestas de fuera", en relación a la Agenda 2030 y las políticas para frenar el cambio climático. "Los ciudadanos tienen que decidir cómo son los barrios, sus calles, la limpieza o el alcantarillado y se está incumpliendo el artículo 140 de la Constitución". "En España hay mucho ladrones de constituciones; muchas veces no se respeta la autonomía municipal ni la división de poderes", llega a advertir el candidato de Vox. "Están poniendo en el Tribunal Constitucional a personas expertas en robar artículos de la Constitución", manifiesta.
En este sentido, considera que el Tribunal Constitucional va a tomar como referencia en algunas cuestiones una sentencia sobre el matrimonio homosexual del año 2012 en el que dice que se debe aplicar la "doctrina del árbol vivo" proveniente del Tribunal Supremo canadiense. "La ley civil que modifica o introduce el matrimonio homosexual en España fue del año 2005 y el recurso de inconstitucionalidad se resuelve siete años después, en 2012. La sentencia del Constitucional dice que la Constitución no se puede interpretar como cuando se redactó, sino que hay que interpretarla como si fuera un árbol vivo con savia nueva". expone. Tras esta reflexión, Bádenas cree que "debe haber un derecho civil valenciano pero tiene que ser de acuerdo con la Constitución y con la doctrina del Tribunal Constitucional".
En algunas de las tesis, Vox comparte posicionamiento con el Partido Popular. Como ejemplo: debe haber "más seguridad jurídica para resolver el problema de La Marina", es favorable a la ampliación del Puerto de Valencia y contrario al desarrollo del modelo de supermanzanas que ha impulsado la Concejalía de Urbanismo del Ayuntamiento. Respecto al primero, Bádenas cree que el problema original no es de gestión, sino de "cómo se constituyó La Marina, cómo se constituyó en la época del PP el Consorcio Valencia 2007 durante la Copa América y la Fórmula 1". "Sobre la zona portuaria quien tiene competencia exclusiva es el Estado y no el municipio, pero el señor Ribó se ha comprometido a permitir que ahí se desarrollen cosas. Lo primero que hay que hacer es resolver la cuestión y que sea la autoridad competente quien dé las autorizaciones", subraya.
El número uno de Vox por València cree que el Puerto de Valencia debería ampliarse para que "vuelva a ser el puerto del Mediterráneo más importante". "Es clarísima la incidencia económica que tiene y su relevancia a la posición estratégica de Valencia para el tráfico de mercancías", declara y, respecto a la posible incidencia que esto tenga en las playas, cree que "hay que tener fe en los técnicos para que se pueda desarrollar un proyecto de ampliación sin que ello perjudique el ecosistema o el medio ambiente". Y respecto al proyecto de supermanzanas, critica que no haya zonas verdes y el diseño que se ha realizado: "Hay mesas de ping pong al lado de la carretera, que si un niño sale corriendo detrás de una pelota tan pequeña, un coche no lo ve. Y tampoco hay sombras de árboles para jugar en la mesas de ajedrez que han distribuido".
Por lo que respecta a la seguridad de València, Bádenas cree que en los últimos años ha empeorado y se muestra partidario de implantar cámaras por toda la ciudad para que tengan un efecto disuasorio. Además, es partidario, en caso de gobernar, de acudir como representante institucional a actos de confesiones religiosas. Por último, respecto a gestión, cree que el problema del Valencia CF y el Nou Mestalla no va a ser fácil de resolver "si ampliación sí o no". De hecho, cree que si entrase a gobernar en el Consistorio, habría que hacer un estudio sobre la estructura de hormigón del nuevo estadio porque después de tantos años "nadie sabe el estado en el que está e igual hay que volver a derribarlo porque es una ruina". En el ámbito cultural es partidario de mantener la Mostra porque "supone un enriquecimiento no solo cultural, sino también de alguna manera económico para la ciudad", pero "sin estar ideologizada".
En varios aspectos coincide con los planteamientos del PP y, preguntado sobre si pactaría con este partido para gobernar en la ciudad o tiene alguna línea roja, confiesa que no existen: "Mi carácter y las líneas rojas son incompatibles. No tengo líneas rojas en nada en la vida y creo que no somos importantes ni la señora María José Catalá, ni yo, ni nadie. Lo importante es el desarrollo de la ciudad y que haya un proyecto racional para València".
Preguntado por el proceso de la venta de la VIU -algo que ocurrió cuando él era rector de la univrsidad-, se limita a exponer que no tomó partido: "No me puse de parte ni de la presidenta del patronato, que era la Consellera -María José Catalá-, ni de parte de la Abogacía de la Generalitat. Pero sí que fui a un notario a levantar acta y decir que había una contradicción", justifica.
Cuestionado por su relación con la candidata popular tras aquel episodio, evidencia que no guardan una gran simpatía ni relación, aunque puede que a partir del 28 de mayo estén condenados a entenderse en el Ayuntamiento de València. "No, no he tenido ninguna relación de ninguna clase, ni buena ni mala. Y como digo, ni ella ni yo somos importantes", explica y rehuye contestar si la candidata del PP le produce confianza. Ahora bien, considera que podrían llegar a entenderse porque ambos "hablan la misma lengua".
Bádenas concluye diciendo que se daría por satisfecho con 33 concejales y ocupar la Alcaldía, pero contemplan cualquier escenario: "Contemplamos colaborar y formar parte del gobierno con el Partido Popular. Y contemplamos también estar en la oposición o gobernar en solitario".