VALÈNCIA. El alcalde y candidato de Compromís a la reelección protagonizó el quinto encuentro electoral organizando Valencia Plaza con el objetivo de conocer las líneas básicas del programa de Gobierno de los distintos partidos y candidatos a alcanzar la vara de mando del consistorio el próximo 28 de mayo. El formato de la cita fue, como viene siendo habitual, un desayuno en el céntrico restaurante Al Pomodoro, sito en la calle del Mar, en el que participaron redactores del periódico y colaboradores que plantearon diferentes cuestiones de la agenda política municipal.
Ribó llega a las elecciones con optimismo. Subraya que las encuestas "siempre" dan a Compromís una representación "inferior" a la que más tarde logran en las urnas. "En 2015 nos daban tres concejales y sacamos nueve", apunta para, acto seguido, advertir que cree que los electores volverán a confiarle la Alcaldía. Serán unas elecciones, a su juicio eso sí, con unos resultados "muy ajustados" entre los bloques de izquierda y derecha. "Siempre se ha decidido por 17 concejales y creo que estamos en el mismo escenario que en 2019", sostiene el actual alcalde.
Para intentar inclinar la balanza, Compromís enfrenta su modelo de gestión frente al modelo del PP, a quien consideran su principal rival demoscópico: como ejemplo, en el ámbito fiscal Ribó recuerda que "València tiene una fiscalidad media razonable, por debajo de Madrid", donde gobiernan los populares.
Compromís ha fijado el acceso a la vivienda como una de las prioridades en las que se centrará en la próxima legislatura si vuelve a revalidar el gobierno municipal. "La política de vivienda ha sido un punto débil en los últimos 40 años porque no nos hemos dado cuenta de que la situación estaba cambiando. La gente ha pasado de comprar un piso a alquilarlo. Y ahora en estos momentos directamente solo pueden permitirse alquilar una habitación; eso no puede ser y hay que acabar con esta situación".
Respecto a este problema que comparte prácticamente toda España, y en especial las grandes ciudades, el candidato Joan Ribó considera que la Ley de Vivienda que ahora mismo se tramita en el Senado podrá resolver algunas cuestiones que hoy por hoy influyen de manera significativa en la cuestión. "Debería haberse empezado a legislar antes con el problema que tenemos hoy en día, pero esta ley nos va a permitir, presumiblemente, poner topes a los apartamentos turísticos, por ejemplo, que ejercen una presión importante y que debemos controlar, porque además un número importante de ellos no son legales". También cree que, a través de esta ley, sería necesario "contener de alguna manera a los fondos de inversión que están comprando viviendas para especular y que están distorsionando el mercado". "Más de la mitad de las viviendas que se han comprado en el último trimestre en Valencia no han sido adquiridas por españoles", advierte el actual alcalde.
Ahora bien, más allá de las herramientas que pueda brindar la legislación estatal, la coalición maneja otros planes más inmediatos que pondría en marcha desde el ejecutivo local para convertir València en una ciudad como Viena, que tiene un parque público con más del 30% de vivienda pública: "Eso no se hace en dos días, pero hay que empezar a trabajar en ello. Para ello contemplamos dos vías principales a través de la colaboración público-privada: por un lado, cooperativas enfocadas al alquiler, como ya existen en Barcelona o Copenhague, para tener derecho a alquilar si resides en la ciudad. Por otro lado, recurrir a la colaboración público-privada con empresas con el compromiso explícito de que nosotros como Ayuntamiento cedemos el terreno y las empresas construyen, pero luego deben ofrecer un alquiler asequible".
Dada la influencia que está teniendo la implantación de pisos turísticos en la ciudad de València, el Consistorio encargó un estudio para determinar cómo vetar nuevas aperturas en la zona de Ciutat Vella al considerar que está especialmente tensionada y está afectando al precio del alquiler. Así, Ribó considera que en la próxima legislatura habría que centrar esfuerzos en "intensificar el control sobre los apartamentos ilegales". "El turismo es muy importante para la economía de la ciudad, pero hay que alcanzar un equilibrio entre el turismo, la vivienda y no caer en lo que se llama la turistificación. A mí no me gustaría que València sea ni Venecia ni Ámsterdam, ni tampoco Barcelona. El turismo de hoteles me parece estupendo porque genera mucho trabajo, pero el turismo de apartamento turístico creo que hay que controlarlo mucho más", manifiesta el candidato de Compromís a la Alcaldía.
Su posición, por tanto, coincide con la del PSPV, pues considera que debería aplicarse una tasa turística mayor a los apartamentos turísticos que a los hoteles, pues unos generan puestos de trabajo y otros no. Sin embargo, también subraya que para poder aplicar ese recargo "tienes que tener a los apartamentos controlados y legalizados", pero también "tiene que permitírtelo la ley. Y la ley determina la cantidad que se paga por pernoctar en un apartamento turístico". "Me parece que habría que gravar más a los pisos, que aportan menos y a veces tienen un mayor consumo de servicios de la ciudad, como limpieza o seguridad, pero tenemos una ley a la que atenernos", concluye en este sentido.
Sus manifestaciones hacen referencia a la ley aprobada por los partido del Gobierno valenciano, PSPV, Compromís y Unides Podem, que validaron una norma que fija un tope de 2 euros de tasa turística a los apartamentos turísticos por noche. Desde el Ayuntamiento, los socialistas intentaron que se incrementara esta cuantía, pero aunque Compromís lo vio con buenos ojos desde Les Corts, los propios diputados del PSPV declinaron hacer cambios en la proposición de ley. La tasa turística tiene una moratoria actualmente y entrará en vigor en 2024, pero será voluntaria para los ayuntamientos, por lo que cada uno decidirá si la aplica o no en su municipio.
En los últimos días, la campaña electoral de la derecha se ha centrado en anunciar que si gobiernan bajarán los impuestos en la ciudad: IBI, bonificación de la plusvalía o bajadas del IAE, entre otras promesas. Ante estos compromisos, Ribó advierte que "València está por debajo de la media fiscal, por debajo otras las capitales de provincia y de ciudades como Madrid, Santander u Oviedo, todas gobernadas por el Partido Popular". Por lo que, concluye, que la ciudad está "en una fiscalidad razonable". "Si no tenemos fiscalidad, automáticamente no se pueden hacer muchas cosas, por lo que nosotros vamos a mantener la propuesta fiscal", señala. Acto seguido, apunta que empresas como "Deustche Telekom o Toshiba han venido a València" para rebatir el "mantra" lanzado por los actuales partidos de la oposición de que con la actual presión fiscal, las empresas no quieren instalarse en la ciudad.
Respecto al IBI, "el objetivo es mantener la situación actual", declara el alcalde en relación a que actualmente, València, se encuentra a la espera de una revisión del catastro instada por el Gobieno. "Una revisión del catastro provocaría subidas y bajadas, pero nosotros no tenemos ningún interés en subirlo y queremos mantener la situación tal como está. Y no nos ha llegado ningún aviso del Ministerio", concluye.
Junto a las políticas de vivienda, Compromís también busca que València sea "una ciudad amable para los mayores". Recientemente, la Federación de Asociaciones Vecinales reclamaban al alcalde espacios para la gente mayor y centros de día, en detrimento de escuelas infantiles municipales, dado el descenso de la natalidad y el aumento de la población envejecida. Por ello, Ribó propone un plan para crear centros de día "pero huir del concepto actual de residencias". "No queremos desarraigar a las personas mayores del sitio en el que viven", declara. "También pensamos ofrecer ayudas al alquiler y tenemos proyectados centros de día en cuatro barrios: Benimàmet, Benicalap, Russafa y La Llum, donde queremos incluir una unidad especializada para personas con Alzheimer". "Y queremos trabajar en el diseño público-privado, diseñar una ciudad amable donde haya más bancos y urinarios públicos como ya hemos introducido en el cauce del río o en la Plaza de la Reina, que es lo que me pide mucha gente mayor".
Otro de los puntos en los que se centrará Compromís para mejorar la gestión y hacer la burocracia algo más ágil, es la digitalización de las licencias. Algo que "aumentará la velocidad", si bien reconoce que "informatizar todas las licencias y todos los temas urbanísticos no es una tarea que esté resultando sencilla".
La medida permitirá, de hecho, evitar situaciones como la que se ha producido en La Marina. "Lo del Tinglado a mí me desespera, porque que vayas y te encuentres con dos informes de protección diferentes y que impiden avanzar... me desespera. Esa por ejemplo es una de las consecuencias de no tener informatizadas las cosas, porque está todo en papel. Crees que tienes el informe definitivo y te aparecen dos, y eso es lo que ha generado todo el conflicto. Yo tenía el informe de que el nivel de protección del Tinglado era bajo, por lo que permitía la edificación en su interior, pero luego resulta que había otro que no lo permitía. Ahora hay que dar como bueno el anterior, corregirlo, pero para eso hay que pasarlo a la Generalitat y todo eso tiene sus tiempos", explica, en relación a los problemas para la instalación de Marina de Empresas.
Con estos mimbres, y mientras avanza el proceso de liquidación del Consorcio Valencia 2007 -el organismo formado por las administraciones local, autonómica y central para transformar parte del recinto portuario de la ciudad con el fin de acoger la America's Cup y en la actualidad responsable de la gestión y explotación de La Marina-, huelga recordar que todavía no se ha definido una nueva fórmula de gestión para este entorno.
Sin embargo, el actual alcalde considera que la fórmula de una empresa "sería lo más rápido para funcionar". "Pero si por parte de la Generalitat prefieren una Fundación, u otro mecanismo, estoy abierto a cualquier otra posibilidad". "Y pienso que el Puerto sería bueno que participara", añade. Eso sí, cree que debería discutirse si el Ayuntamiento debería tener en la nueva fórmula de gestión más poder de decisión del que tenía anteriormente. Así, admite que con el actual y recién nombrado presidente de la Autoridad Portuaria, Joan Calabuig, se entenderá "mejor". "Con Aurelio (Martínez) me entendía bien y también sacamos adelante el parque de Desembocadura. Pero, evidentemente, no tengo la concepción que él tenía del Puerto", zanja.
Precisamente, respecto a la ampliación del Puerto, el alcalde de València y candidato de Compromís a la reelección señala que votó en contra porque no había una Declaración de Impacto Ambiental (DIA). "De eso hace tres años y en tres años han podido hacer una DIA perfectamente. La pregunta es por qué no se ha hecho eso. Yo no quiero hacer juicios de valor, pero hay dudas legales muy claras. Y no lo digo yo, lo dicen los tribunales". "Esto es muy sencillo, hagamos una declaración de impacto ambiental, porque es evidente que la ampliación del Puerto tiene una serie de efectos negativos en tres elementos: playas del sur, movilidad y paisaje. ¿Eso se puede paliar? Pues yo creo que sí. Pero vamos a buscar un camino para paliar esos posibles problemas que se expliciten en una DIA. ¿Por qué no se hace eso? Pues el problema yo creo que es que cuando escuchan 'salida norte', no gusta porque son centenares de millones de euros", concluye.
Una de las críticas que ha centrado la oposición en los últimos años, es en la gestión que se ha hecho de la Empresa Municipal de Transportes (EMT). En este sentido, censuran el aumento del endeudamiento que tiene ahora mismo la entidad y que el Ayuntamiento haya tenido que inyectarle decenas de millones en varias ocasiones para salvar su situación. Con todo, Ribó expone que mientras el PP compró "tan solo dos autobuses de 2011 a 2015", el gobierno actual que conforman Compromís y PSPV ha comprado desde 2015 un total de 278 autobuses. "Y los autobuses no son gratis. El problema de la deuda es un problema de flota. Esto es un servicio público, que tiene un coste. Y las encuestas de opinión en València los ciudadanos valoran el servicio con un 7,3 de puntuación, que es de las mejores valoraciones que tenemos de servicios públicos".
Así, respecto a las arcas municipales, el edil subraya que el Ayuntamiento tiene "superávit", que gestionan "adecuadamente" y que el remanente que acumulan a final de año lo invierten en ejercicios posteriores. "Lo que no se invierte este año salta automáticamente a los presupuestos del año que viene, por eso el presupuesto de inversiones a veces aumenta. Lo que nosotros no haremos es lo que hacía el gobierno anterior, que estaba siempre en déficit y por eso lo tuvo que intervenir un ministro del Partido Popular".
En relación con la movilidad y la gestión que ha realizado Giuseppe Grezzi al frente de esta concejalía, Ribó afirma que la estrategia llevada a cabo es compartida, si bien también reconoce que a veces se han producido diferencias, como cuando se planteó no aparcar en el carril bus por la noche. Y respecto a la posible inseguridad en algunos de los carriles bici, asegura que los principales problemas de seguridad no está en ellos, "sino en los carriles coche". "Hay ciclistas que van como locos y yo les pego el puro, pero también hay motoristas y conductores que van como locos", concluye en este sentido. "Yo estoy descontento con el funcionamiento de los patines en las aceras y tendremos que hacerlo de otra manera. Al que vaya con patinete por la acera, tendremos que sancionarle porque entre otras cosas molestan mucho a las personas mayores y producen algún que otro accidente", declara.
El Gobierno municipal también ha adoptado otro tipo de medidas concretas en movilidad. Así, reguló el Área de Prioridad Residencial (APR) de Ciutat Vella Nord hace ya dos años en aras de mejorar los niveles de contaminación y descongestionar del tráfico rodado el casco histórico de la ciudad. Sobre esto, Ribó hace balance y sí considera que debería mejorar la señalización en el acceso, por ejemplo, de Na Jordana, dado que a su juicio "no debe estar perfectamente diseñada" porque, reconoce, que sí se ha producido un aumento de las sanciones. También cree que es posible alguna mejora en la calle Colón, pero cree necesario que se mantengan los dos carriles bus porque el acceso a esta vía comercial debe ser mediante transporte público. "La calle Colón no debe ser una calle de circulación más que para las personas que viven en el entorno", zanja sobre el asunto.
¿Es València una ciudad insegura?, se le plantea a Ribó. "Han aumentado los delitos, pero no hay que compararlos con el tiempo de la covid-19, sino con antelación. En todo caso hay que controlarlo y por eso hemos apostado por la policía de barrio, y se está notando. Con todo, puntualiza también que incluso en Fallas, cuando la ciudad recibió un importante número de visitantes, no se produjeron incidentes importantes salvo en la falla Tomasos, donde una persona trans fue víctima de una agresión homófoba".
Y por lo que respecta a limpieza, apunta que València ha mejorado dos puntos en la última encuesta de la OCU. "No llega al aprobado, que es 50, pero está en el 48, en contraposición de Madrid, Barcelona o Málaga, donde sí han bajado en puntuación". "En Valencia se gastaba per cápita menos que en la mayoría de las ciudades de España y eso lo estamos cambiando. Las ciudades más limpias, da la casualidad que son las ciudades donde más llueve: Oviedo, Santander...Y luego las ciudades más limpias tampoco son las ciudades con más turismo", añade.
El alcalde de València también responde sobre el Nou Mestalla: "Todos están ahora en unas coordenadas, el primero el Valencia CF, de ver si en las elecciones vienen otros y se lo arreglan mejor". No obstante, y aunque en los últimos años no se han producido grandes avances en las negociaciones entre el Ayuntamiento y los propietarios, Ribó advierte que quiere que finalicen el estadio "pero en las condiciones marcadas". "Mientras tanto, ponemos unas limitaciones a todas vuestras operaciones urbanísticas; si no hacen el polideportivo, no pueden utilizar los solares; si no acaban el estadio en condiciones, pagando el IVA, sencillamente no podrán seguir avanzando. Dicho esto, quiero que se acabe el estadio", sentencia. También puntualiza que los clubs en general "deberían de tener la capacidad de que sus aficiones pudieran participar en los debates y en la toma de decisiones", tal y como pretendió Compromís introducir en la Ley del Deporte en el Congreso de los Diputados.
Recientemente la aprobación del Plan Especial del Cabanyal (PEC) de forma definitiva ha quedado en el aire por las pegas que han puesto diferentes administraciones al proyecto. Principalmente, por los reparos de la Demarcación de Costas al edificio de 15 plantas que contemplaba el plan al considerar que este contravenía el artículo 30 de la Ley de Costas, que obliga a que los volúmenes se distribuyan "de modo homogéneo atendiendo al entorno".
La Concejalía de Urbanismo ha remitido al Ministerio recientemente los modificados que le han exigido para darle luz verde al PEC. Ribó se muestra convencido de que se llegará a tiempo de llegar a un acuerdo con el Gobierno y de que este termine validando el proyecto remitido. Costas cuenta con un plazo máximo de un mes para responder al Ayuntamiento, pero en los servicios municipales esperan que la contestación se produzca en los próximos días para que la Comisión Territorial de Urbanismo pueda validarlo de forma definitiva y, así, publicarse en el Diari Oficial de la Generalitat Valenciana (DOGV).
Junto al canal de acceso, con el que el Gobierno central acaba de comprometerse, el túnel de Serrería es otro de los grandes proyectos ferroviarios pendientes de la capital del Turia. El alcalde de València asevera que es "imprescindible soterrar las vías de Serrería". "No se soterraron en su momento porque se desvió dinero para el AVE Madrid-Sevilla. Nosotros no queremos prolongar la Alameda como una avenida para coches", dice el edil en relación al proyecto 'Valencia al mar' presentado hace unas semanas por la candidata del PP, María José Catalá.
Con todo, insiste en que esta inversión debe ser compartida entre el Estado, la Generalitat y el Ayuntamiento de València, en contra de lo que refleja el pliego técnico del estudio informativo elaborado por el propio Ministerio de Transportes, que contemplaba que debía ser una obra que financiara la administración local y la autonómica al tratarse, en realidad, de una mejora urbanística y no de funcionamiento de las vías. "Entre otras cosas porque el soterramiento de las vías hay que calcularlo pensando en todo el Corredor Mediterráneo y habrá que discutirlo en este marco. Tiene que participar una parte de la Generalitat y tiene que participar una parte del Estado de una manera importante; y lo discutiremos como el canal de acceso".
Preguntado por el balance que realiza de la jornada laboral de cuatro días, el alcalde señala que hay valoraciones de todo tipo y todavía es pronto para extraer amplias conclusiones. "Hay valoraciones a nivel turístico positivas, también en términos de conciliación, o reducción de la movilidad, pero hay valoraciones de cómo ha afectado a la organización de los autónomos. Haremos una evaluación desde Las Naves para extraer conclusiones a ver qué opina la gente", concluye.
Compromís se enfrentará a las elecciones por primera vez en años sin su máximo tirón electoral: Mónica Oltra. A punto de cumplirse un año de su dimisión, Ribó, uno de los primeros en deslizar que tras la imputación de Oltra Compromís debía abrir un periodo de reflexión sobre su continuidad en la primera línea política, hace balance de cómo fue la salida de la dirigente: "Creo que hay un momento que, aunque sepas que es totalmente injusto, la presión mediática te obliga a hacerte a un lado. Sobre todo cuando nosotros hemos sido una fuerza política que hemos sido muy críticos y hemos insistido mucho en estos temas. Era injusto, pero me parecía importante y hay que predicar con el ejemplo. Con todos los acontecimientos que se declararon en el tema, no había otro remedio. Fue muy traumático que la líder autonómica tuviera que abandonar el cargo y retirarse de todo, pero lo hemos asumido y hemos echado para delante".
Desde entonces, dice, no ha hablado mucho con ella. Incluso, señala que también la comunicación previamente tampoco era muy constante: "Hablo poquito con ella últimamente. Y antes también. Mónica es de otra generación a la mía, y mi relación con Mónica nunca ha sido una relación directa. Hablaba poco con ella y ahora hablo poco con ella también". A nivel interno, no considera que exista una falta de liderazgo en Compromís desde su 'adiós', sino que las decisiones se toman de una forma diferente: "Cuando una persona con este peso no está, evidentemente hay un vacío. Pero ese vacío hay que cubrirlo, y poco a poco se va cubriendo. En política hay un principio que no existe en física, que es el horror el vacío. Así que se va cubriendo", concluye el aspirante a la reelección para más adelante desear que Oltra "resuelva todos los problemas jurídicos" y que pudiera hacerlo con mayor "celeridad". "Me parece escandaloso, como me pareció escandaloso el retraso que tuvieron sufrir los concejales del Partido Popular en resolver su imputación desde 2015 en adelante. El retraso en la justicia creo que perjudica de una forma intolerable", concluye.
Por lo que respecta a los resultados, Ribó cree que los electores volverán a otorgarle la Alcaldía, si bien estima que en estas elecciones los resultados van a ser muy ajustados: "Siempre hemos ganado por 17 y en este momento ganaremos también ajustados, pero vamos a ganar", manifiesta. Así, en cuanto a los diferentes sondeos que se han ido publicando en las últimas semanas, el candidato de Compromís sostiene que las encuestas "siempre" han otorgado a la coalición "menos representación" de la que luego realmente obtiene. "En 2015, el último barómetro del CIS decía que sacaríamos 3 concejales, y sacamos 9. Llegamos a estas elecciones aproximadamente como en 2019, y mucho mejor que en 2015", afirma.
Con esto, asegura que trabaja con el escenario de revalidar la vara de mando. En caso de que se repitieran unas mayorías como las del último mandato, Compromís estaría abierto a intercambiar concejalías con el PSPV para que ningún concejal "crea que ningún área es una taifa suya". "Me parece que sería bueno cambiar de forma acordada, porque no es una decisión del alcalde. Lo podemos hablar, y desde el Partido Socialista se están planteando también una serie de cambios. A mí eso me parece bien cambiar determinadas áreas en función de los resultados y que en definitiva sean personas diferentes las que gestionen Movilidad, Cultura Festiva, Policía, Personas Mayores, Deportes, etcétera. Hay muchas posibilidades", concluye sobre el tema.
Una de las incógnitas en estas elecciones es si Podemos logrará o no superar la barrera del 5%, algo que no consiguió en el Ayuntamiento en 2019, aunque sí en Les Corts Valencianes. Durante semanas, se han producido negociaciones para tratar de acudir a la cita en las urnas de forma conjunta o que miembros de Podem-EU se integraran en la candidatura de Compromís para evitar que miles de votos "se perdieran" si no superaran el listón. Las conversaciones, sin embargo, no fructificaron y cada uno acudirá por su lado, como hace cuatro años. Ribó reconoce que a él le hubiera gustado llegar a un acuerdo, "pero era consciente de que Podemos iba a decir que era imprescindible llegar en las mismas condiciones en las grandes ciudades que a nivel autonómico. Y si no se llegó a un acuerdo autonómico... ".
En cualquier caso, el pasado viernes se confirmó que la líder de Sumar, Yolanda Díaz, asistirá a apoyar a Héctor Illueca en la campaña autonómica y a Joan Ribó en la local. El alcalde reconoce que invitó a la vicepresidenta del Gobierno y que su participación y presencia "es importante" en estas elecciones, dado "el grado de valoración que tiene entre el electorado". Un equilibrio de la dirigente entre Podemos y Compromís que en los últimos días se cuestionaba cómo iba a conjugar y que quedó resuelto el viernes con la confirmación de su presencia en ambas campañas.