VALÈNCIA. Alejados de directrices de partidos nacionales, sin ambiciones políticas más allá de sus poblaciones, con la proclama fundamental de mejorar su municipio... Los argumentos de los partidos locales suelen coincidir en sus programas, cimentados en cercanía a su vecindario y distanciamiento de marcas genéricas. La proximidad de la elecciones locales constituye un caldo de cultivo idóneo para la aparición de fuerzas endógenas.
En la Comunidad Valenciana existe un total de 413 concejales que no pertenecen ni a PSPV, ni a PP, ni a Compromís, ni a Ciudadanos, ni a Unides Podem, ni a Vox ni a Izquierda Unida. En su inmensa mayoría concurrieron a los comicios de 2019 con formaciones exclusivamente locales.
En la provincia de Valencia ejercen su labor de electos 236 de esos 413. En la práctica suponen algo menos del 10% del total de ediles. Si todos estuvieran agrupados en un mismo partido, serían el cuarto en representación por detrás de PSPV, PP y Compromís.
El sueño de cualquiera de estas formaciones consiste en alcanzar el éxito de Ciutadans per Alberic, que, con raigambre local, sumó el 60% de los votos emitidos en esta población de la Ribera Alta en 2019 y obtuvo 11 de los 17 concejales en liza. Los lidera como alcalde Toño Carratalà, que antes militó en otros partidos hasta encontrar esa envoltura exclusivamente municipal.
No obstante, posiblemente muchos de los grupos políticos locales también se conformarían con alcanzar los resultados de Inma Alemany en Camporrobles, en este caso con una fórmula de agrupación electoral que suma a socialistas y militantes de Esquerra Unida bajo la marca En Positivo y que gobierna con cinco de los nueve ediles del pleno.
Otro Alemany de apellido, en este caso con el nombre de José Vicente, dirige Alginet al frente de las siglas de Socialistes d´Alginet con siete ediles sobre 17 y el apoyo de los dos del PP. Este pacto deja fuera del ejecutivo local al PSPV -partido matriz del actual primer munícipe- o a Compromís.
Un caso más de triunfo de una fuerza exclusivamente municipal lo constituye la Agrupación Independiente San Antonio de Benagéber (Aisab), con Enrique Santafosta como cartel electoral ganador en 2019 y al frente del consistorio con cinco concejales sobre 13.
Aunque no con resultados tan victoriosos, tampoco puede decirse que vaya mal a partidos locales que no ostentan la alcaldía pero que sí influyen de manera decisiva en ella al formar parte del equipo de gobierno. En este caso se sitúa Más Camarena-Torre en Conill, con cuatro concejales decisivos para que el PP tenga la vara de mando en Bétera en manos de Elia Verdevío. De hecho, en 2019 empataron a cuatro ediles ambas alternativas electorales.
En Puçol otra alcaldesa del Partido Popular, Paz Carceller, sumó a sus seis ediles el de Ciudadanos, el de Vox y el de Partido de las Urbanizaciones de Puçol para configurar gobierno. En la actualidad continúa en la máxima responsabilidad local con el apoyo únicamente de la última de estas formaciones, la exclusiva de su municipio.
Con dos ediles, Vinchi (Vecinos Independientes de Chiva) también mantiene un peso determinante en el consistorio de Chiva, muy fragmentado y compuesto por 17 ediles. Convive en el pleno con ADUC (Alternativa de Diseminados y Urbanizaciones de Chiva), sin delegaciones.
Precisamente en esta población cercana a Buñol está emergiendo una nueva formación también de índole local. Se trata de Activa Chiva. "Somos personas de diferentes ámbitos del tejido asociativo local que hemos decidido unirnos para propiciar un cambio. Estamos hartos del ambiente viciado en el pleno municipal", explican desde este neófito grupo político de Chiva ya inscrito en el registro.
Del mismo modo ha surgido en Canals el partido de reciente inscripción Suma´t Canals, dirigido por el periodista Eduard Badal. Ambas iniciativas lucen con orgullo y como signo de distinción sus respectivas poblaciones que, en la práctica, engloban el conjunto de su acción política.
Como igualmente lo hace en La Pobla de Vallbona Centrats en La Pobla, encabezada por el actual edil Jaime Ruix, que en 2019 concurrió bajo las siglas de Contigo y logró escaño.
"Cada vez somos más los que pensamos que para trabajar por La Pobla no importa ser ni de derechas ni de izquierdas; importa el sentido común, la cordura y las personas"" propugna Ruix, en la misma línea de localismo y de distanciamiento de paradigmas ideológicos que las anteriores formaciones.
Se trata únicamente de algunos ejemplos de la efervescencia de grupos locales motivos por participar en la vida política. Saben que se enfrentan a partidos consolidados en la lid electoral, con estructuras autonómicas o nacionales y con unas marcas reconocibles, por lo que son conscientes de que en campaña no dispondrán de apoyo externo.
No obstante, cuentan con una baza importante: la de jugar en casa y hacerlo en un terreno más reducido que conocen a la perfección. Esa base la aderezan con ilusión y con el topónimo de su municipio como referente y mensaje casi exclusivo de campaña.