MADRID (EP). El precio del oro al contado se ha disparado casi un 10% desde comienzos del año y alcanzó los 1.438,6 dólares/onza en junio por primera vez en seis años y el 'apetito especulador' por este metal se ha visto incrementado. En concreto, la evolución mensual de posiciones abiertas en contratos de futuros no comerciales (CFTC) fue de 184.000 contratos netos en junio, un 48% más respecto al mes anterior. Así, las posiciones largas se elevaron a 250.000 contratos, mientras que las cortas se redujeron significativamente de 102.000 a 65.000 contratos, según los datos de Andbank.
La cotización del oro está apoyada por las expectativas de un recorte en las tasas de interés por parte de los principales bancos centrales y la preocupación por la economía mundial. En términos reales sigue superando con mucho su cotización media de los últimos 20 años, y su precio nominal debería rondar los 1.013 dólares/onza para alinearse en términos reales con su promedio histórico.
"El oro representa una de las inversiones más estables y actúa como un activo refugio cuando la economía va mal", ha explicado Lloyd McAllister, gestor de BNY Mellon IM. En este sentido, la inestabilidad derivada del conflicto comercial entre China y Estados Unidos, así como los rendimientos negativos en una gran cantidad de bonos del mercado siguen confiriéndole atractivo al oro. "La desventaja del oro frente a los instrumentos de renta fija -que el oro no ofrezca cupón- está en estos momentos neutralizada con tipos negativos", explican los analistas de Andbank en sus 'Perspectivas de mercado' para el segundo semestre. Entre los factores que podrían afectar negativamente al precio del oro, Andbank ha apuntado al incremento de los ratios entre oro y plata así como oro y petróleo. En este sentido, los expertos destacan que el oro está caro, al menos frente a la plata.
Por otro lado, la liberalización financiera en China, que está permitiendo la apertura de la balanza de capital para inversores financieros cualificados, está ampliando las alternativas de inversión para los inversores chinos enfocados tradicionalmente en el metal áureo, lo que podría influir negativamente en su precio. La desmonetización en la India es otro de los factores que podría influir en el valor del metal amarillo, ya que está movilizando un ahorro de miles de millones de dólares en activos físicos improductivos como el oro.
El oro se considera un activo que conserva el valor de manera particularmente eficaz en periodos de estrés porque, en teoría, el metal amarillo siempre resultará deseable y no forma parte del sistema crediticio. No obstante, invertir en oro "es más complicado que invertir en bonos o en acciones, ya que no es sencillo, ni aconsejable, que los inversores compren directamente lingotes de oro", ha señalado McAllister.
Aunque es posible invertir físicamente en oro, la mayoría de los inversores prefieren usar opciones, futuros, warrants, certificados, contratos por diferencias (CFD) o fondos cotizados (ETF) para invertir en la materia prima. Asimismo, es posible ganar exposición al oro mediante la inversión en los procesos de minería, si bien, a la hora de evaluar las cualidades del oro, esta opción presenta muchos más riesgos en términos de ESG (criterios ambientales, sociales y de buen gobierno, por sus siglas en inglés), advierte BNY Mellon IM.