Foto: SEO/BIRDLIFEVALÈNCIA. El Ayuntamiento de València permitirá la práctica deportiva en l'Albufera pese a la opinión desfavorable de los técnicos municipales. La concejalía de Devesa-Albufera, dirigida por el edil Pepe Gosalbez, ha dado luz verde a un permiso para el Club de Piragüismo de Silla para la práctica deportiva con piragua sin finalidad de competición. Una autorización que permitirá este deporte en un sector de l'Albufera con diversos condicionantes y que cuenta, eso sí, con el visto bueno de la Generalitat Valenciana. El asunto salió a colación este miércoles en el pleno municipal, que aprobó por unanimidad solicitar la declaración de l'Albufera como Reserva de la Biosfera por la Unesco.
Gosalbez insistió en que "cuidar y proteger" el lago" es el proyecto del gobierno de la ciudad" y que su declaración busca "la conservación de la diversidad natural y cultural, el apoyo desarrollo económico y social, y el apoyo a la investigación". Por lo que el edil de Compromís, el ex concejal de Devesa-Albufera Sergi Campillo sacó a colación el permiso otorgado por el Ayuntamiento y señaló la incoherencia de buscar la protección del lago mientras se permiten nuevas actividades deportivas contra el criterio de técnicos municipales.
La solicitud, presentada por el club el pasado mes de febrero, ha recibido así consideraciones dispares por parte de los técnicos municipales y autonómicos. El servicio de la Devesa-Albufera del Ayuntamiento de València, que dirige Gosalbez, informó "desfavorablemente" la petición y rechazó las alegaciones presentadas por el club "con objeto de limitar la creciente presión de las distintas actividades humanas sobre el lago de l'Albufera, en consonancia con lo establecido en el Plan de Ordenación de los Recursos Naturales".
Sin embargo, un informe posterior de la Oficina de Gestión Técnica del Parque Natural de l'Albufera, adscrita a la Conselleria de Medio Ambiente, cuyo tenor literal reza que el lago "es una zona donde se desarrollan una serie de actividades económicas y sociales, las cuales deben ser compatibles con el mantenimiento de los valores ambientales" y que el sector oriental actualmente "sufre un proceso creciente de saturación". Algo que "el sector occidental [del lago] no soporta".
Pepe Gosalbez. Foto: KIKE TABERNER
Sergi Campillo. Foto: MARGA FERRER
Por ello, la administración autonómica sí informa favorablemente al uso de piraguas en el sector occidental con condiciones: no usar embarcaciones en modalidad de competición, no desembarcar en las matas ni en las motas de l'Albufera para proteger estas "áreas sensibles" y mantener una zona de resguardo de 100 metros. Solo podrán realizar salidas al lago los socios del club y "en el caso de eventos deportivos" deberán estar "debidamente autorizados". Sólo se podrá acceder por el canal del Puerto de Silla y se limitará a 25 el número máximo de piraguas de forma simultánea.
La ordenanza que regula las embarcaciones del Lago de l'Albufera explicita que "sólo podrán navegar las embarcaciones que respondan a la tipología tradicional" y que "no se permiten las navegación de cualesquier otras embarcaciones, ni elementos flotantes tales como piraguas". Aunque, eso sí, señala que "las entidades deportivas podrán solicitar "la autorización para navegar por el
lago o los canales, lo que se concederá discrecionalmente atendiendo especialmente a la capacidad de carga del espacio natural protegido".
Por su parte, el Plan Rector de Uso y Gestión del Parque Natural de l'Albufera autoriza "en todo el ámbito del parque la práctica, sin finalidad de competición, del piragüismo y de la navegación con vela latina" siempre "con las limitaciones establecidas" para las áreas de reserva como las matas del lago. Y en cuanto al piragüismo en el lago, se especifica que "las administraciones competentes [...] podrán establecer, con finalidad de protección del medio, determinadas condiciones y limitaciones al ejercicio de dichas actividades, con carácter temporal o permanente, incluyendo en caso necesario la delimitación de sectores no aptos para las mismas".
A ello se acoge la administración autonómica y la concejalía, contra la opinión de los técnicos municipales, que finalmente otorgó, el pasado 11 de septiembre, la autorización correspondiente, que tendrá vigencia hasta el 31 de diciembre.
