VALÈNCIA (EFE/Inmaculada Martínez). Las nuevas ferias de Valencia y Alicante podrían funcionar antes de mayo ya como sociedades mercantiles públicas de la Generalitat con su constitución como tales durante el primer cuatrimestre del año, un proceso para el que se quiere que no se produzca ningún "tiempo muerto" y no haya ruptura de la actividad.
En estos primeros meses de 2022 se deberán constituir las mercantiles Societat Valenciana Fira Alacant SA y Societat Valenciana Fira València SA, en las que la Generalitat será socia única, y se adoptarán los acuerdos para la cesión global de activos y pasivos a las nuevas sociedades y, en consecuencia, la disolución sin liquidación de las anteriores ferias.
"Estamos trabajando en el acuerdo de constitución de las dos sociedades, y estoy pendiente de reunirme con Feria Valencia e IFA para preparar la cesión global de activos y pasivos", según explica a EFE el subsecretario de Economía, Natxo Costa.
El objetivo es que, en este proceso de transformación, no haya un día sin actividad, y para ello se pronostica el primer cuatrimestre del año tanto para la constitución de las sociedades como para tomar acuerdos previos de cara a la cesión de activos y pasivos.
La aprobación de las cuentas (30 de junio) y su formulación (1 de abril) marcan los plazos, y el subsecretario opina que en estas últimas fechas sería importante que el proceso estuviese próximo a su finalización.
El 23 de diciembre el pleno del Consell aprobó un Decreto ley por el que autorizó la creación de las sociedades mercantiles, que se publicó en el Diari Oficial de la Generalitat Valenciana el pasado 5 de enero firmado por los consellers de Hacienda, Vicent Soler, y de Economía, Rafa Climent.
Este recoge que, una vez subrogada la deuda financiera de Feria Valencia y cumplido el compromiso de IFA de poner a disposición de la Generalitat sus bienes inmuebles para el pago de una parte de la deuda que mantiene con ella, es posible constatar la consecución de un reequilibrio en las contraprestaciones realizadas.
Se autoriza al Consell a aceptar el pago de una parte de la deuda de IFA con la Generalitat, mediante la transmisión a la misma de todos sus bienes patrimoniales y a asumir el coste de las obras, cargas y deudas pendientes y tributos vinculados a la titularidad de dichos bienes y su puesta en valor.
Todo ello permite a las partes, instituciones feriales y Generalitat, culminar el proceso con la creación de sendas sociedades mercantiles públicas que asuman el papel de las actuales instituciones feriales.
En el caso de Valencia, se formalizó la mutación demanial externa de los bienes afectos a la actividad ferial y la subrogación de la Generalitat en la posición del Ayuntamiento de València como administración concedente. En Alicante, las instalaciones ya se cedieron y la Generalitat aceptó el pago en especie de IFA para la extinción de deudas con la Administración autonómica.
Así, la deuda de Fira Valencia asciende a 400 millones y la de Fira Alacant queda en 28,5 millones de euros.
Entre las medidas recogidas en el Decreto ley figura adoptar los acuerdos necesarios para la cesión global de todos los activos y pasivos de las actuales instituciones feriales a las nuevas sociedades mercantiles constituidas, y, en consecuencia, la disolución sin liquidación de las citadas instituciones.
Los patrimonios netos de las nuevas sociedades serán previsiblemente negativos, si bien la cesión incluye también las cuentas acreedoras que mantenía la Generalitat con las ferias, por lo que en el ámbito del sector público instrumental deberán efectuarse por el Consell las operaciones de reequilibrio patrimonial necesarias.
Y eso se hará mediante la capitalización o aportación a fondos propios de las cuentas acreedoras, lo que evitará desembolsos de efectivo y no tiene efectos en la deuda y déficit de la Generalitat a nivel consolidado.
El proceso supone que los activos pasarán a las nuevas sociedades mercantiles y los pasivos (deuda) se los quedará la Generalitat, asegura Costa de forma gráfica.
Resolver la indefinición jurídica y acometer la reestructuración de ambas ferias es imprescindible para garantizar la continuidad de su actividad y mantener su competitividad futura, en un proceso de transformación que vive el sector ferial en todo el mundo y que se ha acelerado por la irrupción de la pandemia de la COVID, ha defendido de forma constante la Generalitat en los últimos años.
La pandemia continúa impactando en la celebración de ferias y la edición de Cevisama, la feria más importante de Valencia, prevista del 7 al 11 de febrero se ha trasladado al 13-17 junio, con el fin de tener garantizada la movilidad internacional en una feria internacional.
También se han atrasado otras ferias y salones del primer trimestre como Laboralia (al 29 de marzo), FIMI + Baby Kid Spain (al 17-19 febrero, solo un mes al ser una feria de moda con otra edición en junio), Nutracéuticals (al 15-16 de junio), Mi Bebé y Yo (al 2-3 de abril) o Forinvest (al 4-5 de mayo), como han hecho otras ferias europeas, informan fuentes de Feria Valencia.
La Feria Muestrario Internacional de Valencia se fundó en 1917 y es la institución ferial más antigua de España. Hasta ahora ha sido una asociación de utilidad pública, personalidad jurídica propia.
La Institución Ferial Alicantina nació en Elda en 1959 como FICIA, Feria Internacional del Calzado e Industrias Afines, y modificó su denominación en 1991, cuando trasladó su sede a las instalaciones de Torrellano-Elche.
Según sus estatutos, es una asociación sin ánimo de lucro, y se configura como una asociación de carácter consorcial formada por entidades públicas y privadas para el cumplimiento de las finalidades de la institución.