El número uno de Esquerra Unida-Unidad Popular defiende en su programa los derechos de los trabajadores, una financiación autonómica justa y una alternativa "que plante cara al bipartidismo desde la izquierda"
VALENCIA. Ricardo Sixto es diputado en el Congreso y repite como número uno por Valencia en la candidatura de Esquerra Unida-Unidad Popular (EU-UP). Milita en Esquerra Unida desde los 19 años, al inicio de la formación en 1986 y es licenciado en Geografía e Historia.
Sixto ya cuenta con experiencia política. Ejerció como concejal en el Ayuntamiento de Burjasot desde 1991 hasta 2003 y diputado provincial en Valencia desde 1999 hasta 2003. En 2011 dio el salto a la política nacional y ha trabajado en el Congreso de los diputados durante esta legislatura.
¿Cómo va la campaña electoral?
Los actos están llenos de gente. La respuesta cada vez que viene Alberto Garzón es muy buena.
Primero fuiste concejal en el Ayuntamiento de Burjasot, luego diputado provincial en Valencia y después en el Congreso de los diputados ¿Por qué dio el salto a la política nacional y por qué repite?
Me lo planteó gente de la organización, pensaron que podía cumplir un buen papel. Yo a estas cosas, optar a la candidatura pública, les tengo mucho respeto, pero si la gente apostó por que yo pudiera hacer un buen papel en el Congreso… Bueno, lo asumí y tiré para adelante. Ahora me lo han vuelto a plantear y me fío del criterio de quienes me lo plantean, que han tomado buenas decisiones.
¿Cuál es el balance de la legislatura?
Ha sido una legislatura muy aburrida, en el sentido de que el PP ha tenido mayoría absoluta y ha hecho lo que le ha dado la gana sin tener que negociar en ningún momento. Ha sido estrellarse contra un muro continuamente. Hemos hecho miles de iniciativas y enmiendas y, de todas ellas, sólo dos Proposiciones No de Ley se han transaccionado para que sean aceptadas. De todas las enmiendas, se pueden contar con los dedos las que se han aceptado. Es muy desesperante en ese sentido, mientras que el PP ha llevado a cabo su programa oculto de la mano de la Troika y lo ha desarrollado sin ninguna piedad.
¿Qué es el proyecto de Unidad Popular?
Unidad popular es la voluntad de aunar todas las alternativas a como se ha gestionado esta crisis, a este sistema capitalista que nos ha conducido a una situación de desesperanza, y tratar de trabajar con toda la gente que se opone a como se han hecho las cosas. Era también una forma de trabajar por una unión mucho más grande, que hubiese llegado a gente que ahora se presenta con otras candidaturas a las elecciones generales, porque nuestra voluntad hubiese sido un gran acuerdo, en el cual la izquierda alternativa le hubiese plantado cara al bipartidismo. No para acabar jugándose a ser la cuarta fuerza política, que es a lo que aspiran algunos, si no a ser la primera.
En la Comunidad Valenciana, ese pacto se refiere a Compromís-Podemos-És el Moment. El Bloc dijo que quería que EU estuviera en las negociaciones, aunque al final no hubo acuerdo. IU dijo que no había voluntad real de acuerdo ¿Qué necesitaba IU para ver esa voluntad de acuerdo?
El Bloc previamente había dicho que no quería un acuerdo con Podemos. Cuando la militancia decide, por referéndum, que no quería ese acuerdo se llega a una situación de bloqueo, porque había otra parte de Compromís que sí quería acuerdo con Podemos. Para evitar esa ruptura se dice que se quiere a EU en el acuerdo. Cuando nos sentamos a negociar, el negociador de Podemos nos dice “esto no es una negociación, es un sí o un no”. Cuando uno empieza en una primera fase y te dicen 'esto es un plato de lentejas, si quieres las tomas y si no las dejas', te dejan poca opción. Nos hubiera gustado un acuerdo, pero no nos dieron ni un papel en ninguna reunión. Y todo se hizo en el tiempo de prolongación del partido. En esas condiciones es complicado. No dudo de que haya gente que haya trabajado por el pacto, pero también que había mucha gente que no nos quería y que nos acabó utilizando para que esa parte del Bloc se tragara el pacto con Podemos.
¿Cómo se puede explicar la diferencia entre Unidad Popular y Compromís-Podemos?
Nosotros tenemos un programa nítidamente de izquierdas, de defensa de la clase trabajadora y planteamos soluciones diferentes. Planteamos garantizar el trabajo a la gente, con dinero público y desde lo público; en sectores que ahora no se cubren, como en atención ambiental, atención a las personas, cultura, deportes… Compromís-Podemos hablan de complementar salarios y rentas; nosotros de renta mínima garantizada. Tenemos una visión de estado, un modelo federal… una serie de diferencias que, si hubiéramos llegado a un acuerdo, se habría llegado a un programa de mínimos, pero ni siquiera hablamos de política cuando hablamos con ellos...
¿De qué se habló entonces en las negociaciones?
Primero que si había voluntad de acuerdo. Luego fuera de tiempo y sin ningún papel por delante, de qué puestos aceptaríamos en las listas. Como si fuera un cambalache… Si el problema hubieran sido los puestos en la lista, habríamos respondido con unas primarias abiertas, que votara toda la militancia. Y cuando se hace en el último minuto, pues no es serio.
¿Para la Comunidad Valenciana, cuál es el aspecto más reseñable del programa electoral?
Lo fundamental es un nuevo modelo de financiación. Entendemos que así no podemos continuar. El reto del primer año de legislatura es renegociar un nuevo modelo de financiación. Y también nos gustaría ver un compromiso firme, sea via Estatuto de Autonomía o como sea para garantizar las inversiones en el País Valenciano. Durante años se ha invertido menos y tenemos muchos déficits que pulir. Son cuestiones básicas.
¿Podría hacer una valoración del debate a cuatro candidatos?
Nos ha sorprendido que fuera un debate entre segundos. Queremos valorar que no se nos ha dejado participar. Se está jugando por determinados grupos mediáticos a orientar el sentido del voto. Si admites a unos partidos y segregas a otros estás diciendo a cuáles puedes elegir para votar y a cuáles no vale la pena ni que los escuches. Nos parece intolerable que se pueda aceptar por parte de la Junta Electoral Central. No vale compensar con que te den luego una entrevista. Pero esos debates que orientan el voto e inciden directamente... no puede permitirse que los grandes grupos de presión orienten el voto así.
Representantes y militantes de UPyD fueron a protestar a las instalaciones de la cadena ¿en Izquierda Unida van a llevar a cabo este tipo de acciones?
Lo estamos diciendo en todos los sitios, hemos protestado en redes sociales… lo que no ha dicho a3media es que buena parte de esos tuits eran de protesta y de ‘sin Garzón no hay debate’. Es lamentable que encima se haya ocultado la realidad de esa protesta. También hemos trasladado nuestro recurso a la Junta Electoral Central, que no ha entendido que tenía que obligar a que ese debate fuese entre los principales actores políticos. Seguiremos protestando y diciéndole a la gente que no se deje engañar por que un grupo mediático quiera que se vote a cuatro partidos.
A Esquerra Unida los sondeos le dan un escaño, como en las anteriores elecciones y se mantiene estable en las encuestas ¿Cree que le falta algún empuje o cuál es el problema?
Hace cuatro años tuvimos un diputado por Valencia. Cuando avanzó la legislatura, la crisis fue avanzando y el PP fue incumpliendo sus promesas. Nosotros crecimos en perspectiva de voto. IU se iba a convertir en una fuerza potente en el Congreso, plantándole cara desde la izquierda al bipartidismo y cuando estábamos en un crecimiento exponencial surgieron otras fuerzas políticas al calor de la situación de indefinición que había. Nos podemos alegrar de que la izquierda es plural y de que haya más fuerzas políticas. Pero ahora estamos en una situación complicada, han venido otros a tratar de sustituirnos. A partir de acuerdos, el objetivo era hacernos desaparecer. A Garzón se le dijo “déjate la mochila, deja a estos y vente con nosotros”. Y si no es desde una base de respeto al otro, es complicado convertirse en gran líder.
Eso se puede interpretar como un ataque desde otras fuerzas…
La gente ha visto como desde Podemos se nos llamaba pitufos, se nos decía de todo. Nosotros no respondimos a la provocación y construimos una alternativa que fuese a ganar las elecciones. Otros prefirieron convertirse en otra cosa, aún no sabemos en qué. Lo preocupante es cuando el presidente de la patronal dice que ninguna de esas fuerzas cuestiona cómo funcionan las cosas. ¿Quién quiere de verdad que se haga un nuevo país y que cambien las cosas?
¿Qué esperan del 20D?
Que la gente vote con ilusión por que se cambien las cosas. Apostamos por una nueva Constitución, aumentar la participación ciudadana… Hemos hecho un proceso de primarias, hemos cambiado, nos hemos transformado… Somos diferentes en funcionamiento pero seguimos defendiendo el principio de defensa de la clase trabajadora y esperamos que el día 20 la gente responda a ese llamamiento y nos dé una voz potente. Que los cambios no sean una involución.
En vista a la anterior respuesta, ¿cuáles son las expectativas reales respecto a la situación política?
Veremos a ver qué gobierno se puede constituir. Va a ser un Congreso complicado. Algunos tendrán que cambiar su posición política desde lo que están diciendo. Albert Rivera puede decir que no apoyará y dejará gobernar, pero o un presidente tiene más votos a favor o en contra en una investidura, o si no se puede investir se vuelven a convocar elecciones. Así que tarde o temprano se tendrá que mojar y decir a quién apoya como presidente.
¿Apoyarían a alguno de esos cuatro partidos?
Tenemos experiencia en llegar a acuerdos. Las únicas condiciones son las políticas, que se cumplan algunos puntos del programa electoral. Estamos dispuestos a negociar un gobierno de izquierdas, que recupere derechos perdidos y dispuesto a luchar contra la pobreza flagrante en la que están los trabajadores. Si hay objetivos concretos, veremos lo que se firma. No nos gusta que nos gobierne la derecha, ni los recortadores de derechos.