VALÈNCIA (EP). Baleària Eurolíneas Marítimas S.A. (Baleària) ha presentado este jueves 'in extremis' la única oferta para la construcción y explotación de la nueva terminal pública de pasajeros del Puerto de València que la Autoridad Portuaria sacó a licitación. Poco antes de concluir el plazo de presentación, a las 12.00 horas del 2 de julio, ha llegado la propuesta.
Según ha informado en un comunicado, la empresa alicantina va de la mano de Global Ports Holding Ltc (GPH), el mayor operador de terminales de cruceros del mundo.
El proyecto, "referente en sostenibilidad e innovación", contempla dos terminales con espacios separados, que garantizarían la operativa independiente de los pasajeros de las líneas regulares y los cruceristas.
El acuerdo a largo plazo entre Baleària y GPH, permitirá a GPH gestionar de forma exclusiva la operativa de la nueva terminal de cruceros. Baleària, primera naviera en el Puerto de Valencia en volumen de pasajeros, vehículos y carga rodada, portará el know how de sus más de veinte años operando tráficos regulares, los últimos trece en dicho puerto.
El proyecto de terminal inteligente, que preservará los edificios históricos de la antigua Unión Naval de Levante, pretende ser un referente en sostenibilidad al aplicar las tecnologías más eficientes y de menor impacto ambiental, destaca la empresa.
La terminal se autoabastecería en un 100% de electricidad generada por fuentes renovables (fotovoltaica, eólica, hidrógeno renovable y biocombustible) y que reciclaría el total de residuos generados. Esta infraestructura se ubicará en una superficie total de aproximadamente 100.000 metros cuadrados ubicada entre el Muelle de Poniente y el Muelle del Espigón del Turia.
"Las sinergias entre dos empresas líderes en su sector permitirán a la ciudad de Valencia contar con una terminal moderna, con las mejores soluciones tecnológicas y operativas para dar servicio al puerto, a la ciudad y a la sociedad", ha destacado Adolfo Utor, presidente de Baleària, que ha recordado el compromiso de la naviera con la Agenda 2030 y los objetivos de desarrollo sostenible: "Esta nueva terminal incluye tres ejes fundamentales de nuestra responsabilidad social: el crecimiento económico sostenible, pero también la preservación del planeta, gracias a su ecoeficiencia, y la igualdad de oportunidades, a la que contribuirá por ejemplo la escuela de formación prevista en el proyecto muy enfocada al distrito marítimo y en concreto al barrio de Nazaret".
El objetivo es que la terminal, ubicada en unos edificios de alto valor patrimonial, arquitectónico e histórico, se convierta en la puerta de entrada marítima a la ciudad, subraya la empresa. Por su parte, el CEO de GPH, Emre Sayin, ha manifestado que la alianza de las dos empresas "redundará en el bien del puerto y de la ciudad". "Valencia es un destino esencial para el desarrollo de cruceros en esta zona del Mediterráneo y nos ayudará a consolidar nuestra posición en el Mediterráneo Occidental", destaca.
GPH es el mayor operador de terminales de cruceros a nivel mundial, con presencia en el Mediterráneo, Asia-Pacífico y el Caribe. También gestiona puertos comerciales en Turquía y Montenegro. Como operador independiente, el grupo goza de una posición privilegiada en el sector crucerístico, con una marca líder en el mundo portuario. GPH opera 21 puertos en 13 países y sirve a 14 millones de pasajeros, con una cuota de mercado en el Mediterráneo del 24%.
La concesión para la empresa adjudicataria se otorgará por un plazo de 35 años, prorrogables hasta un máximo de 50 años.
Los sobres de las ofertas administrativas y técnicas se abrirán los días 15 y 29 de julio, y hasta este último, la Autoridad Portuaria de Valencia (APV) no podrá ofrecer información adicional, salvo la que aprobó en su día el Consejo de Administración relativa a los pliegos del concurso, señala en un comunicado.
En su conjunto, la APV calcula que el proyecto rondará los 20 millones de euros entre la inversión pública y privada. El plazo de construcción es de dos años y para la entrega de terrenos un año más, por lo que de cumplirse los tiempos, se calcula que la nueva terminal de pasajeros estará operativa en 2024.
El Consejo Administración de la APV consensuó los requisitos que debe cumplir esta infraestructura, centrados en crear una "terminal ecológica, accesible y respetuosa con el valor histórico" de los edificios. Así, el pliego establece que la terminal esté equipada con suministro eléctrico para que los cruceros se conecten a esta energía o la opción para instalar placas solares en las cubiertas del edificio.
Según consta en las bases del concurso, la nueva terminal está destinada a atender al tráfico de cruceros, las líneas regulares con Baleares y Argelia así como tráfico de carga rodada o "ro-ro" (plataformas o vehículos que acceden a los barcos con sus propios medios).
Para ello, la terminal debe disponer al menos cuatro atraques; permitiendo al menos uno de ellos el atraque de un crucero de 360 metros de eslora y otro de al menos 250 metros de longitud. Todos los atraques tienen que estar equipados con acceso a la red de suministro eléctrico para los buques.
La terminal debe ser capaz de acoger en una misma jornada dos buques de cruceros, uno en régimen de puerto base y otro en régimen de tránsito, y dos buques tipo ferry / ro-pax.
Dadas sus características, la nueva terminal garantiza la operativa independiente de los pasajeros de cruceros y los pasajeros de líneas regulares. Asimismo, el pliego contempla un edificio para la recepción de pasajeros provisto de hall de entrada, área para depósito de equipajes, control de seguridad equipado con rayos X y arcos detectores de metales, espacio para aduanas y para los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado.
Por lo que respecta a los servicios propios de la terminal, el pliego contempla que, como mínimo, proporcione espacio para sanidad, área de espera, pasarelas para el acceso desde el pasillo de embarque al buque y viceversa con cámaras de seguridad, wi-fi, oficina de turismo, zona de aseos públicos, sala de descanso para la tripulación y área de check-in para las líneas de crucero.
Opcionalmente, el concesionario podrá proporcionar otros servicios como oficina para la APV, área para grupos grandes, almacenes, zona VIP, área de restauración, zona comercial, vending, cajeros, zonas de alquiler de vehículos o sala de rezos. El diseño de la terminal deberá garantizar la accesibilidad para las personas de movilidad reducida.
El área exterior debe contar con zona de aparcamiento de corta estancia con al menos 100 plazas, zona de estacionamiento para autobuses y transporte colectivo con al menos 10 plazas, parada de taxis. Asimismo, debe disponer de una zona de espera para pasaje de línea regular internacional para la Operación Paso del Estrecho con 600 plazas de aparcamiento, zona recreativa infantil y zona de restauración y servicios.
La nueva terminal contará con dos accesos independientes: el de vehículos pesados que llegarán a través del Acceso Sur y el de vehículos ligeros que entrarán a la terminal por los accesos previstos por la parte ciudadana.
La ordenación de la nueva terminal deberá respetar los cuatro elementos del antiguo astillero de Unión Naval de Levante catalogados por la Cátedra Demetrio Ribes como piezas de valor histórico artístico: el depósito de agua, la grada de construcción de buques, 2 grúas que podrán ser colocadas en otra ubicación y la subnave A de la nave III.
En este último caso, la APV acometerá la rehabilitación de la estructura, fachada y cubiertas de este edificio mientras que el concesionario se ocupará del resto de la reforma para su adecuación al nuevo uso previsto, respetando la arquitectura de la nave y la fachada oeste de la misma.
El pliego exige también un plan medioambiental que incluya un sistema de gestión ecológico y sostenible, la participación en las iniciativas conjuntas que promueva la APV y un estudio de evaluación de impacto ambiental. Todos los atraques deben estar equipados con red de suministro eléctrico a los buques atracados; y todas las cubiertas y tejados de las edificaciones existentes tienen que estar diseñadas para la instalación de placas solares fotovoltaicas.
Los criterios de adjudicación establecen 45 puntos para la oferta económica y 55 puntos para el plan de negocio. Por su parte, el Plan Medioambiental permitirá obtener hasta 20 puntos.