El rincón de Ruzafa con más encanto: vinos naturales y tapas veganas
En el paseo de las Villas de Benicàssim inmerso en la Belle Epoque, tras muchos edificios modernistas, llegamos al hotel Voramar con unas vistas de mar y montaña.
Pasear por Rocafort es quizás una de las mayores regresiones que uno puede vivir.
La vida, cuando sucede cerca del Mercat del Cabanyal, parece más vida. El Bar Júcar está enfrente, o al lado —da lo mismo—, a 30 metros. A esa distancia, la vida y la cocina se mezclan. Y aquí, ambas se encuentran con convicción.
Las raíces baleares de Antonio Vich se han extendido hasta la plaza de Cánovas.
Es un bar, de tapas, o no… ¿Qué es una tapa? Abrimos el melón de lo que a priori parece una pregunta sencilla con Pedro Berja. Tras cuestionárselo una y otra vez, incluso durante su estancia en la segunda parte del proyecto elBulli1846, aún no sabe la respuesta.
El restaurante de la joven cocinera Sandra Jorge apunta maneras.
Guillermo y Óscar mantienen la esencia de los restaurantes de toda la vida en un rincón de València ajeno al crecimiento de la urbe.
Vamos con un oxímoron: Oliví es un haz de luz oscuro en el meollo del barrio del Carmen.
¿Quién me iba a decir que abriría en Alzira un japonés especializado en sushi y que en menos de dos años llegaría al número 1 en TripAdvisor? Y es que uno va al Okaeri, se sienta a la mesa, come, paga y se va, pero lo hace con la idea de volver, tiene que volver, es ya una necesidad volver.
Benicàssim es una plaza difícil para la buena gastronomía, eso dicen, que durante años las cartas han estado cortadas por el mismo patrón
Una casa de comidas en la que ser feliz, donde disfrutar de una cocina de mercado y de un menú cerrado a un precio imbatible.
Comida plant-based, mucho color, la bici en la puerta y un sofá estupendo para echar horas en el número 50 de la Avenida del Oeste.
En València tenía que haber un lugar donde comer buen pescado fresco a precios populares, y es este.
De todos los piropos que se le pueden echar a Bar X el mejor es que no pretende ser más que un bar. Excelente y con personalidad, pero un bar.
El chef Miguel Barrera ofrece una nueva experiencia gastronómica en Castellón.
Si la cara es el espejo del alma, el nombre de este local es el alma, directamente, sin espejos ni medias tintas. Bajo al bar, solemos decir. ¿A qué? A tomar una, a charlar con un amigo, eso sí, seguro que se me alarga y pico algo