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¿Bisagra o veleta de Cs en València?: de acordar las cuentas con Ribó a plantear una moción de censura

25/02/2021 - 

VALÈNCIA. El panorama de la política municipal de València ha cambiado en apenas dos meses. Si en diciembre se hacía patente la política de acercamiento puntual de Ciudadanos al gobierno local conformado por Compromís y PSPV para sacar adelante medidas en beneficio de pymes y autónomos fijadas en los presupuestos locales, hoy la distancia entre el grupo naranja que lidera Fernando Giner y la principal fuerza del ejecutivo local, Compromís, no sólo es mucho mayor sino que Ciudadanos ha planteado una moción de censura para desbancar de su cargo al alcalde, Joan Ribó, tras sus críticas a la policía durante las manifestaciones en favor de la libertad de expresión.

Fue el pasado mes de noviembre cuando las dos fuerzas de gobierno y el segundo partido de la oposición escenificaran la firma del acuerdo para que el partido de Giner se abstuviese en la votación de los presupuestos de 2021 a cambio de que a lo largo de este ejercicio se implementaran ayudas de hasta 15 millones a empresas y autónomos, el aumento de la cuantía dedicada al cheque escolar, suspender alguna tasa como la de mesas y sillas, alguna 'bonificación verde' y el retraso del calendario tributario.

Era un acuerdo "postpresupuestario", en palabras del propio alcalde, que calificaba "estupendo" y por el que mostraba la "satisfacción del equipo de gobierno". En este sentido, el primer edil agradecía "la actitud del grupo de Cs de anteponer los intereses de la ciudad a otro tipo de intereses". Línea similar a la esbozada por la vicealcaldesa, del PSPV, Sandra Gómez, quien valoró "buscar cuestiones en las que sumamos y no restamos" y rechazó el hecho de "atrincherarse en posiciones excluyentes" para encontrar soluciones.

Era un acuerdo que, ciertamente, no era estrictamente necesario para sacar adelante las cuentas, dado que el ejecutivo local cuenta con los 17 votos imprescindibles para aprobar los presupuestos, como ha venido haciendo hasta ahora. De hecho, esta era la primera vez, con motivo de la pandemia de coronavirus, que Ciudadanos estrechaba lazos con el gobierno local para introducir algunas líneas. "Hemos entendido, desde que se firmó el Pacto de Reconstrucción, que lo que tocaba es intentar dialogar para llegar al máximo" en ayudas, apuntaba el portavoz de Cs en aquel momento y celebraba las medidas incluidas en el pacto.

Un ambiente de cierta cordialidad presupuestaria que se mantuvo durante todo enero, cuando tanto gobierno y Ciudadanos se congratularon de haber aplicado buena parte de las medidas acordadas el primer mes del año, pero que ha cambiado y mucho en tan sólo pocos días con motivo de las protestas convocadas tras el anuncio del encarcelamiento del rapero Pablo Hasél. Los disturbios en la ciudad de València empujaron al alcalde de la ciudad a criticar la "desproporción" en la actuación de la Policía Nacional. Algo que soliviantó y no poco a la derecha.

 El portavoz de Ciudadanos (Cs) en el Ayuntamiento de València, Fernando Giner. FOTO: EP

El PP exigió la dimisión de Ribó tras mantener sus palabras y Cs fue más allá, hasta el punto de plantear una moción de censura para echar al alcalde y, por ende, a Compromís del ejecutivo local. "Ribó merece una moción de censura, nunca ha sido el alcalde de todos los valencianos, sólo ha sido el alcalde de sus votantes, pero el detonante para nosotros han sido sus últimas declaraciones justificando la violencia”, dijo Giner.

Para presentar la moción de censura en el consistorio es preciso, antes de formalizarla, contar con la mayoría del hemiciclo, para lo que Giner pidió el apoyo públicamente al PSPV -socios de Compromís en el gobierno- y al PP. Giner sentenció en este sentido: “Si Ribó sigue siendo alcalde es porque PP y PSOE quieren”. Unas aseveraciones que no cayeron nada bien en las filas populares, donde criticaron no sólo en privado sino también en público, que la formación naranja les acusara de mantener en el ejecutivo a Ribó cuando había sido el propio Ciudadanos el que había alcanzado un acuerdo presupuestario a cambio de la abstención apenas tres meses antes frente al 'no' del PP.

Lo cierto es que el anuncio de Ciudadanos nacía técnicamente muerto, dado que varias fuentes socialistas y populares mostraron su sorpresa y negaron que Ciudadanos hubiera hecho esta propuesta en privado antes de hacerla pública. Es más, el PSPV que lidera la vicealcaldesa Sandra Gómez apenas tardó en rechazar el planteamiento realizado por Ciudadanos y negar el apoyo a la formación naranja para desalojar a Compromís del gobierno local. E incluso en el PP de María José Català señalaban el carácter efectista del anuncio sin haber llevado a cabo conversaciones previas.

En este sentido, la finalidad del partido de Giner se tornó, a la postre, en búmeran, pues generó más repulsa que adhesión. Y lo que desde Ciudadanos entendían como un movimiento propio de un partido bisagra -acordando medidas concretas pero planteando una moción de censura por líneas rojas-, fue entendido por buena parte del consistorio, precisamente debido al precedente pactista en noviembre, como una acción emprendida según venían las olas, como un partido veleta.

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