Pocas son las calles o plazas que guardan, como si de una vieja fotografía se tratase, la fisonomía arquitectónica original que les fuera dada 100 o 200 años atrás
ELDA. El arquitecto José Felipe Tomás y el pintor y grafitero Miguel Gracia han dado con la clave tras la cual iba el consistorio de Elda. Cómo recuperar un pasado arquitectónico que no volverá y a la vez hacer más llevaderos los espacios ocupados por solares y paredes medianeras desnudas, sobre todo si se encuentran en pleno centro de la ciudad, como es la plaza de la Constitución. La solución, el trampantojo para recuperar edificios históricos que han desaparecido. Algo que parece fácil a priori pero que ha llevado casi un año de trabajo desde que se gestase la recuperación pictórica del edificio conocido como la Casa Tienda de Elda. “Cuando decidimos lo que íbamos a hacer yen qué paredes, comenzó el trabajo de documentación, que nos llevó 8 meses”, comenta José Felipe Tomás, arquitecto del estudio ND10 que ha ideado toda la intervención.
“Nos pasaron la documentación de los edificios que había en la zona, así que fuimos encajando todas las piezas del puzzle con el que luego íbamos a trabajar. Fueron unos 8 meses de documentación, de visitas al archivo municipal, de búsqueda de fotografías, de documentos que nos diesen una idea de cómo eran esos edificios de la plaza Constitución y aledaños. Construcciones del siglo XIX y XX. También hablamos con el arqueólogo municipal quien nos sugirió la reproducción de un panel cerámico que representaba la santísima trinidad y que se encontraba frente a uno de los edificios que íbamos a reproducir, La Casa Tienda”.
Pero una vez la idea, los edificios, sus tiendas, sus gentes y el pasado mismo de aquellas calles comenzaba a ser imaginado, había que recrearlo, y hacerlo en las diferentes paredes medianeras y muros que circundan el solar en cuestión, algunos de ellos en muy mal estado. “Tuvimos que hacer una simulación en 3D. Luego ver cómo iba a quedar el resultado en la fachada. Una de las cosas que nos resultaba más difícil era conseguir una solución óptima con la geometría que teníamos que representar en las paredes medianeras.” “Tuvimos que pasar muchas horas mirando fotografías antiguas, añade Miguel Gracia, pintor y grafitero, más conocido como Zeta, quien se encargó de darle forma a la idea original, generada en un ordenador. “Una vez en los muros hubo que calibrar muy bien las proporciones. A base de bocetos, y contando con las fotos de las casas antiguas pudimos ir trabajando las perspectivas.”
Gran parte del presupuesto de esta actuación realizada por el ayuntamiento de Elda, se ha ido en la reparación de las paredes, en su adecuación para poder ser pintadas. Actuación sin la cual hubiese sido mucho más difícil conseguir el trampantojo que ahora mismo puede presenciarse en la plaza de la Constitución de Elda. “Se han tenido que reparar y rehabilitar los laterales de medianeras de los edificios”. “ Esto es así porque había que plasmar la idea, que era crear profundidad y realismo. El mayor reto, continua Miguel Gracia, era enmarcar y que quedase en proporción con lo que había antiguamente más o menos en ese mismo lugar. Primero hubo un estudio en papel y después en pared, porque cuando estás abajo se ve de una manera, y luego cuando te subes al andamio se ve diferente.”
Y subido a un andamio ha estado prácticamente dos meses Miguel Gracia para llevar a cabo estos murales que han acabado con el aspecto de un solar y unas medianeras que afeaban la plaza. Además de que ha supuesto un ejercicio de recuperación de la memoria para muchos eldenses. Incluso para el propio Miguel quien ha reproducido en los bajos de la Casa Tienda la barbería que su abuelo tenía cerca de esa plaza. “Mi abuelo tenía una barbería cerca de la plaza que finalmente acabamos ubicando en los bajos del edificio”, en lo que viene a ser el muro que cierra el solar. Además de una droguería, una tienda de ropa de bebé y una tienda de reparación de calzado, comercios que había en los aledaños de este emblemático edificio de Elda, la Casa Tienda. Un edificio cuyos bajos ocupaban en el siglo XIX una especie de mercado de abastos al que sobre todo llegaba carne, pescado y tabaco. “La Casa Tienda, estaba ubicada justo en el solar que ahora está vacío, data de 1860 y fue reformada en 1930. Esta última reforma es la que nosotros hemos plasmado en la pintura, en el trampantojo.”
Así de este modo Elda ha recuperado un pedacito de su historia arquitectónica más reciente. Esa historia que, el paso del tiempo en unas ocasiones acaba convertido en un montón de escombros po la falta de apoyo a los propietarios para rehabilitar edificios que durante mucho tiempo ha imperado en los consistorios de nuestros pueblos y ciudades en otras ocasiones, o por el mero hecho de la modernidad y el avance de la arquitectura urbana, finalmente. Historia hecha polvo en pro de los nuevos tiempos. Así José Felipe considera que trabajos de este tipo “te llenan porque resulta ser una aportación para tu pueblo, y eso es satisfactorio.” Del mismo modo que para Miguel Gracia ha supuesto la recuperación de su propia historia familiar al reproducir la facha de la barbería de su abuelo. Recuerdos que solo las fotografías, en papel claro, nos hacen conscientes de que el entorno en el que vivimos tiene un pasado, que no siempre fue así, y que podemos recuperarlo, mantenerlo o al menos no olvidarlo.
José Felipe está seguro de que esta aportación ha dado un nuevo aire a la plaza de la Constitución de Elda, y que actuaciones como esta son extensibles a otros barrios y a otras zonas tanto del centro como de la periferia de Elda. Lugares donde recuperar con el bote de pintura y el espray escenas olvidadas o paisajes urbanos que un día fueron característicos y reconocibles de la localidad.