VALÈNCIA. (EP) El ministro de Universidades, Manuel Castells, dejará su cargo en el Ejecutivo de coalición, ha adelantado 'eldiario.es' y ha podido confirmar a Europa Press en fuentes de su entorno. Fuentes de su entorno apuntan a cuestiones personales como motivo de su salida del Ejecutivo.
Castells, que forma parte del gabinete de Pedro Sánchez a propuesta de Unidas Podemos, dejará de formar parte de la coalición casi dos años después de su incorporación. Catedrático de Sociología, Castells es el segundo ministro de Unidas Podemos que deja sus responsabilidades ejecutivas, tras la salida de Pablo Iglesias el año pasado.
El exconcejal del Ayuntamiento de Barcelona en el Gobierno de Ada Colau, Joan Subirats, sustituirá al hasta ahora ministro de Universidades, Manuel Castells.
Castells ha sido el impulsor de las dos reformas del ámbito universitario en la que actualmente trabaja el Ministerio. Por un lado, la Ley Orgánica del Sistema Universitario (LOSU), aprobada por el Consejo de Ministros el pasado verano y para la que el ministro buscaba lograr el mayor consenso posible antes de su tramitación parlamentaria.
Por otro, la Ley de Convivencia Universitaria, que derogará un decreto franquista de 1954, y actualmente en trámite parlamentario -ya ha sido aprobada por la Comisión de Ciencia y Universidades del Congreso-. Este proyecto ha suscitado las críticas de la derecha por los cambios introducidos acordados con ERC.
Con Castells al frente del Ministerio, también se han aprobado varios reales decretos, entre ellos el que recoge los nuevos requisitos de creación de universidades. Según este real decreto, las universidades no podrán ser consideradas como tal si no disponen de una oferta académica mínima de 10 títulos oficiales de Grado, 6 de Máster y 2 programas oficiales de Doctorado, y deberán estar representadas en tres de las cinco grandes ramas del conocimiento.
Con 79 años, Castells ha mantenido un perfil bajo en el Ejecutivo de Pedro Sánchez, con apariciones públicas escasas, lo que ha propiciado en estos dos últimos años las críticas por parte de la oposición.
Al frente del Ministerio, Subirats tendrá el reto de lograr el mayor consenso posible para la nueva Ley Orgánica del Sistema Universitario (LOSU), que fue aprobada este verano en Consejo de Ministros y aún no ha iniciado el trámite parlamentario por las discrepancias entre rectores, estudiantes y Gobierno.
Esta ley, apodada 'Ley Castells' por ser el ya exministro su principal impulsor, ha sufrido varios cambios de relevancia en los últimos meses. Uno de los últimos fue descartar el sistema de elección a rector por un comité independiente, manteniéndose así el actual procedimiento, por sufragio universal.
El proyecto también recoge una de las medidas más polémicas y criticadas: que no hará falta ser Catedrático para optar al cargo de rector, sino simplemente ser funcionario, además de reunir tres requisitos, como son el tener reconocidos tres sexenios de investigación, tres quinquenios de docencia y cuatro años de experiencia de gestión universitaria en algún cargo unipersonal.
Como nuevo ministro, será testigo también de la tramitación de la Ley de Convivencia Universitaria, norma que pondrá fin a un decreto franquista de 1954, y que fue aprobada en la Comisión de Ciencia, Innovación y Universidades del Congreso hace tan solo un mes.
Este proyecto, que sienta las bases para reformular el marco de convivencia universitaria haciendo énfasis en el ejercicio de las libertades y los derechos fundamentales y garantizando la igualdad para un posterior desarrollo por las comunidades autónomas y las propias universidades, ha sufrido también modificaciones relevantes con respecto al proyecto original formulado por Castells.
Estos cambios se incorporaron en Comisión gracias a lo acuerdos entre PSOE, Unidas Podemos y ERC, los cuales han suscitado duras críticas por parte de la derecha, como PP, Vox y Cs.
La dimisión anunciada hoy del ministro de Universidades, Miguel Castells, supone la décima salida de ministros del Gobierno de Pedro Sánchez a lo largo de esta Legislatura, dos de ellos del socio de coalición, Unidas Podemos, y el resto del PSOE.
Miguel Castells, que era el único ministro de los 'comuns', ha sido el último en salir del Ejecutivo y será sustituido por el exconcejal del Ayuntamiento de Barcelona en el Gobierno de Ada Colau, Joan Subirats. Las razones alegadas por el hasta hoy ministro de Universidades, de 79 años, han sido "personales" y relativas a "motivos de salud".
El primero en abandonar el Gobierno de Pedro Sánchez fue el ministro de Sanidad, Salvador Illa, quien dejó el Ejecutivo el 27 de enero de 2021 para concurrir como cabeza de lista por el PSC a las elecciones catalanas del 14 de febrero, que ganó, aunque no pudo gobernar por el pacto de ERC con Junts. Le sustituyó en Sanidad la actual ministra Carolina Darias.
Dos meses después salía también del Gobierno el vicepresidente segundo y ministro de Derechos Sociales y Agenda 2030, Pablo Iglesias, el 31 de marzo de 2021, y lo hizo con el propósito de concurrir a las elecciones a la comunidad de Madrid que se celebraron en mayo de este año por la coalición Unidas Podemos. Tras los malos resultados cosechados en estos comicios, Iglesias también dejó la secretaría general de su partido.
Este fue el primer relevo en el Ejecutivo de un ministro de Unidas Podemos. Le sustituyó como vicepresidenta tercera, en aquel momento, la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, que después ascendería a vicepresidenta segunda en la remodelación de julio. Ione Belarra asumió la cartera ministerial de Derechos Sociales que también dejaba vacante Iglesias.
El resto de los miembros que han abandonado el Ejecutivo de Pedro Sánchez lo hicieron en julio pasado durante la remodelación que llevó a acabo el presidente del Gobierno y que supuso una profunda revolución con los ascensos de Nadia Calviño a vicepresidenta primera y de Félix Bolaños a ministro de la Presidencia y la salida de hasta ese momento el jefe de Gabinete, Iván Redondo.
Así, el 10 de julio pasado, salieron del gabinete ministerial la vicepresidenta primera Carmen Calvo; la ministra de Asuntos Exteriores, Arantza González Laya; el ministro de Justicia, Juan Carlos Campo; el ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, José Luis Ábalos; la ministra de Educación, Isabel Celaá; el ministro de Cultura y Deporte, José Manuel Martínez Uribes y el de Ciencia e Innovación, Pedro Duque.
La salida de Carmen Calvo supuso el ascenso a vicepresidenta primera de Nadia Calviño y por ende, el de Yolanda Díaz a la vicepresidencia segunda y el de Teresa Ribera, a vicepresidenta tercera, quedando suprimida la vicepresidencia cuarta que ocupaba la también ministra de Transición Ecológica y Reto Demográfico.
José Manuel Albares sustituyó a González Laya; Pilar Llop a Juan Carlos Campo, en Justicia, después de que este llevara los indultos parciales de los condenados por el 1-O al Consejo de Ministros; Pilar Alegría se hacía con el Ministerio de Educación que hasta ese momento había dirigido Isabel Celaá; Raquel Sánchez sustituyó al Ministro de Transportes; a Uribes le sustituyó Miquel Iceta en Cultura; y a éste, Isabel Rodríguez, en Política Territorial, asumiendo también la Portavocía del Gobierno que había ejercido hasta ese momento la ministra de Hacienda y la cartera de Pedro Duque, Ciencia e Innovación, la asumió Diana Morant.