VALENCIA. Rafael Climent (Muro de Alcoy, 1960) cumple 13 meses al frente de la Conselleria de Economía Sostenible, Sectores productivos, Comercio y Empleo de la Generalitat valenciana. En esta primera parte de la entrevista (ver la segunda parte), el conseller habla, entre otras cosas, de horarios comerciales, de las ferias, de Puerto Mediterráneo y del presupuesto y los planes para 2017. Asegura que nunca se sintió cuestionado pero admite que, como político "de comarcas", tuvo dificultades para ganarse la confianza de los empresarios de la capital.
¿Qué balance realiza de su primer año como conseller de Economía Sostenible?
Viéndolo con perspectiva, el balance es positivo. Nos hubiera gustado encontrarnos con una situación bonita económicamente hablando, pero nos encontramos con minas importantes como el agujero de 400 millones de la SGR, que entonces dependía de esta conselleria; los institutos tecnológicos y las ayudas sin pagar desde 2012; un Servef prácticamente inútil; una compleja situación de ferias; un abandono total de la política industrial, porque se ayudaba mucho a las grandes empresas pero no a las pequeñas; una política de innovación muy dispersa... Venimos de 20 años de políticas arbitrarias, sin estadísticas que marcaran las decisiones políticas. No tener un instituto estadístico, que fue eliminado en 2011, provoca esa situación. Nosotros vamos a recuperarlo. Hemos trazado la hoja de ruta y establecido los proyectos a medio y largo plazo. Las políticas se van a ir viendo en cascada a partir del segundo año de legislatura. Tenemos una hoja de ruta clara con Feria Valencia y en septiembre tendremos la de IFA, que será similar. Ya tenemos también el nuevo plan estratégico del Servef y también estamos trabajando una Ley del Sistema de Empleo Valenciano, con un Servef trabajando de la mano de las empresas.
¿Ha sido más difícil de lo que esperaba?
Ha sido muy difícil, porque no es lo mismo empezar de cero a aplicar nuestras políticas que no comenzar de cero y con una situación económica muy mala. Cualquier región tiene el doble de dinero para el sector productivo que nosotros. No tenemos demasiado dinero para la parte industrial, energética, de innovación o hasta en políticas activas de empleo. En esto último tenemos 60 euros por habitante, cuando hay comunidades que tienen el doble. Eso nos obliga a ser más eficientes e imaginativos.
¿Se ha sentido cuestionado como conseller?
En ningún momento. Y lo digo en serio porque desde el primer momento hemos trabajado con rigor y pensando en revertir la situación con la que nos encontramos; en ir de una economía especulativa a una productiva. Y eso no se hace de la noche a la mañana. Quien piense que podemos tener resultados ipso facto es que no conoce la realidad. Nunca me he sentido cuestionado, pero en determinados momentos y mediáticamente se ha querido dar esa sensación. Pero soy consciente que estoy aquí para trabajar. Soy una persona de fondo, de largo recorrido, y teniendo en cuenta que los inicios son complicados y que no conoces el ecosistema en el que te mueves...
¿A qué se refiere al hablar del ecosistema?
Al ecosistema valenciano o de las grandes ciudades. La política o la gestión de comarcas es más sana que la de capital. He gestionado dieciséis años un ayuntamiento y en el ecosistema de provincias o de comarcas siempre he encontrado más positivismo para sacar adelante proyectos comunes que aquí en Valencia. Lo digo con el corazón en la mano. Cuando el sentimiento colectivo predomina sobre el individualismo los resultados son mejores. Y aquí parece que es más importante el individualismo o que alguien se cuelgue medallitas que pensar en el colectivo. El conseller de Economía desde el primer momento piensa en el colectivo, no en él. A lo mejor otros únicamente piensan en ellos. Para mí es más importante que las acciones del Consell sean fructíferas que las que saque adelante yo solo. Mi visión siempre es del conjunto y de equipo, y de esto saldremos si somos capaces de ir juntos.
¿Quiere decir que a su propuesta de cambio de modelo ha habido más resistencia en la capital?
En un principio sí. Cuando comenzamos a hablar de economía del bien común y de hacer las cosas de otra manera, no es que pensemos que el empresario no debe ganar dinero, todo lo contrario, pero el empresario ha de saber que si gana dinero es por la gente. Cuando decíamos eso, como el modus operandi no era ese, claro que hubo un choque, básicamente con el empresariado de las grandes ciudades. Pero poco a poco y a medida que hemos ido avanzando, muchos empresarios se han dado cuenta de que ya lo hacían. Nosotros no proponemos ninguna revolución, lo que decimos es evidente y cada vez más gente se da cuenta de que por ese camino se puede ganar mucho dinero. La catedrática Adela Cortina dice que si se es socialmente positivo, hay rentabilidad económica, pero si lo dice un conseller que viene de provincias y que llega a la capital, y que cuando dice esas cosas parece Satanás, surge un choque. Pero con el tiempo, el empresariado se ha dado cuenta de que somos gente que genera confianza, honestos y que queremos lo mejor para este territorio. Si alguien quiere que en el Pais Valenciano se viva muy bien, ese soy yo, porque me creo este territorio. Cambiar paradigmas es complicado y requiere mucha pedagogía, pero fortalecer la educación nos ayudará a cambiar el modelo de vida de los valencianos.
La Comunitat ha recibido muchos fondos para formación y acaba de destaparse un caso de mal uso de esos fondos por parte de la patronal de Castellón...
En su momento, el Servef ya advirtió de que no era correcto y puso a disposición de la Fiscalía toda la documentación. Hemos de desterrar el pasado y para ello hay que limpiar todos estos asuntos. Toda la gente que ha hecho un mal uso del dinero público no sólo ha de pagarlo conforme la ley diga, debería devolverlo. Deberíamos hacer lo posible para que ese dinero se devolviera. Tenemos que ayudar a los jueces para que las cosas vuelvan a su sitio. Nosotros no vamos a dejar de lado lo que fue la asignatura pendiente del anterior Consell, no evaluar y dar las subvenciones de manera arbitraria. Había muchísima desidia en la gestión y cuando eso ocurre se es cómplice de la corrupción. A lo mejor el capitalismo de amiguetes también funcionaba en esto y por eso no se evaluaba nada, pero este Consell no juega a esto. Si no se evalúa, no se puede rectificar lo que no va bien.
El Ivace es uno de los departamentos más afectados por el obligado recorte sobre el presupuesto en vigor, ¿Cómo ha encajado el tijeretazo de 2 millones?
Los recortes no nos han gustado a ningún conseller porque teníamos una serie de proyectos y no nos gusta que el Gobierno nos apriete más cuando somos una comunidad infrafinanciada. Si al final solo han sido 78 millones, es un éxito del Consell y al final hemos tenido que asumirlo. Nosotros hemos tenido que adaptarnos, con menos dinero, pero haremos política en economía social para que no tenga repercusión directa.
Hablando del presupuesto, han comenzado a negociar ya el del próximo año. ¿Sabe ya si va a tener más recursos que este año?
Aún tenemos que negociarlo, pero habrá alrededor de 19 millones de euros más, de 337 a 356 millones aproximadamente, que es la cifra que hemos propuesto. En ello hay que tener en cuenta que hemos asumido el proyecto de la playa de vías de Ford, que son 5 millones de presupuesto. Sin eso, serían 14 millones más.
¿Cuáles son sus prioridades para 2017?
Queremos incidir en la reindustrialización, que es uno de los compromisos prioritarios de Torrevieja, y esperamos tener el plan de reindustrialización en noviembre o diciembre. Sobre todo, incidiremos en la mejora de las áreas empresariales, porque tenemos una apuesta decidida por los polígonos industriales.
El Consell dijo tras el Primero de Mayo que el empleo pasaba a ser considerado una urgencia desde ese momento. Poco después usted asumió un papel más activo en el Servef. ¿Se habían descuidado las políticas de empleo?
No. El empleo es una cuestión transversal. Tan importantes son las políticas de Agricultura en economía verde como que Educación o Sanidad saquen plazas de empleo público, como que nosotros hagamos políticas de empleo. No debemos perder de vista que esta conselleria no crea puestos de trabajo.
Pero tiene las competencias sobre políticas activas de empleo...
Sí, pero lo primero que hemos de hacer es generar confianza y trabajar junto a los empresarios para consolidar los puestos de trabajo. Lo digo porque nosotros ponemos mucho dinero para empleo. La iniciativa social para el empleo recientemente presentada implica 23 millones de euros de la Generalitat, más 4,9 que aportarán las diputaciones. Ese dinero es para contratar tres meses a parados de larga duración o a jóvenes durante seis meses para proyectos que los Ayuntamientos consideren de interés general. Pero claro, eso tiene un peligro; lo único que hace momentáneamente es bajar el paro, pero eso, ¿nos da garantías de continuidad en el empleo de estas personas? Yo digo que no. Por mi experiencia como alcalde, toda esa gente, cuando acaban esos tres o seis meses vuelven al paro. Por lo tanto, hemos de empezar a pensar en que todas las políticas activas de empleo que hagamos estén tan conectadas con la empresa como para que haya continuidad. Porque de lo contrario, lo que hacemos es bajar el paro para volverlo a subir. Estamos haciendo un juego político feo y yo no quiero entrar en ese juego porque siempre lo he criticado. Siempre he criticado que los anteriores gestores gastaran una barbaridad de dinero únicamente para que en momentos determinados el paro bajase y ellos sacasen pecho. No, yo quiero estabilidad, y solo lo conseguiremos yendo de la mano de quienes crean empleo. O intentando crear nichos de ocupación que aguanten en el tiempo, como por ejemplo en energías renovables. El Servef tiene mucho dinero para formación de ocupados y de parados y tenemos que procurar que esa formación cubra las necesidades industriales a quince años. Tenemos que posibilitar que las ayudas al empleo que van a las empresas sirvan para que los trabajadores se queden en la empresa.
¿Cuáles son sus objetivos de reducción del desempleo para 2017 en los próximos presupuestos?
Cuando llegamos nos marcamos bajar del 20% de paro en la legislatura. Fuimos atrevidos porque estábamos en el 25,8%. Ahora estamos en el 21,3%, pero lo que sea mejorar esa bajada del 20% sería fantástico.
¿Se puede llegar a bajar del 20% a finales de 2017?
Ese es mi objetivo y estoy convencido de que podremos. Me encantaría haber conseguido ese reto ya en 2017, ojalá pudiéramos bajarlo mucho más, pero influyen también factores como el Brexit o Turquía.
Una de las principales patatas calientes que heredó fue la regulación de horarios comerciales. ¿Cuándo y cómo se conseguirá por fin una solución a este asunto?
Es un tema difícil y complicado por las leyes que tenemos. La ley nacional y la autonómica chocan. La única vía para solventar este asunto es llegar a acuerdos equilibrados. Deben ceder los grandes y los pequeños comercios. Mientras eso no suceda, será complicado porque se judicializará, pero en su momento tomaremos una decisión. La ley nacional dice que en Alicante y Valencia ha de haber, como mínimo, una zona de gran afluencia turística, pero en 2013 según nos dice la Abogacía no se cumplió el trámite de audiencia para decidir las zonas de apertura, por lo que deberíamos volver al punto de partida. Hemos iniciado ese proceso. El Consell Jurídic Consultiu debe dictaminar con un criterio vinculante que marcará la decisión de futuro.
¿Qué hará si el CJC tumba su plan de anular las zonas de libre apertura en domingo del PP? ¿Tiene un plan B?
En principio, si lo mantiene todo igual, el plan B sería renegociar esas zonas. Y ahí nosotros vamos junto a los ayuntamientos, que son los que deberían renegociar, básicamente en Valencia, para ver dónde podemos llegar. Lo que yo haría es comenzar a negociar antes de que el CJC se pronuncie. Porque si se llega a un acuerdo, una alternativa que nos ayudaría a no judicializar el tema, sería fantástico y nos daría igual lo que pudiera decir el CJC. Para eso ha de haber voluntad de las partes, voluntad de los ayuntamientos de Valencia y Alicante para sentarse y llegar a acuerdos entre las partes. Ahí los ayuntamientos nos encontrarán en lo que decida.
¿La intención, si logran resetear la ZGAT de Valencia, es ir a un modelo de días de apertura en lugar de zonas, para que todos abran por igual?
Vamos a dar la opción de que Alicante y Valencia decidan. Nosotros ya hemos dicho que apoyaremos el acuerdo al que ellos lleguen. Las zonas de gran afluencia turística no tienen por qué ser para los 365 días al año. Cuando se declara una ZGAT puede ser de dieciséis días, de veinte o de doce. Como, de hecho, lo son todas las que se han declarado en la costa hasta ahora. ¿Por qué no puede existir esa opción también en Valencia y Alicante? Será la decisión que ellos tomen, pero la posibilidad está. Y para el resto de ZGAT, que son prácticamente todas de estacionalidad, si todos estamos de acuerdo no tocaríamos nada. Pero quienes han de comenzar a negociar son los ayuntamientos y fundamentalmente los de Alicante y Valencia.
Hace un año se mostró radicalmente contrario a la llegada de Puerto Mediterráneo, ¿mantiene esa postura?
Lo que quiero es que quede claro que el Consell y esta Conselleria velan por la seguridad jurídica. Y eso implica trabajar con rigor y criterios concretos. Todo el que quiera implantarse en este territorio ha de saber cuáles son los criterios para no tener ningún problema e incluso la administración ayudará. Por eso la oficina de inversiones. Pero no queremos arbitrariedad de ningún tipo y eso queremos que vaya quedando claro. Hay un acuerdo de Les Corts para modificar las ATE, que es el problema que se da aquí. Esa propuesta se tendrá que presentar y debatir. Vamos a ver si somos capaces de tener unas normas muy claras para que, vía ATE u otra figura, se pueda realizar cualquier inversión en este territorio. Pero eso ha de quedar claro. La inseguridad jurídica a Puerto Mediterráneo se la dieron aquellos que un día le dijeron: Tira para delante que seguramente lo tendrás. Sin tener que pasar todos y cada uno de los trámites administrativos, que no son pocos y son complicados. Si Puerto Mediterráneo no cumple, no se hará. Y por lo que yo sé, ahora no está cumpliendo en temas de movilidad y medioambientales. Por lo tanto, esa es la realidad. El PP hace demagogia pura y dura cuando habla de 5.000 empleos y 800 millones de inversión y sólo se queda en eso. ¿Por qué no se hace un estudio sobre el impacto de instalar Puerto Mediterráneo en un lugar determinado? A lo mejor resulta que con ello descubrimos que se pierden 5.000 empleos a su alrededor. ¿Dónde está ese estudio?
¿Y quién tendría que hacer ese estudio?
La misma empresa para posteriormente analizarlo nosotros para comprobar si es verdad o no. Pero nunca aparece eso, y estoy un poco harto de que nos deslumbren con algo que no sabemos las consecuencias que tendrá. Nosotros tenemos que velar por preservar lo que ahora funciona bien. No hemos venido para destruir, sino para mejorar lo que hay.
Otra patata caliente que heredó fue Feria Valencia. Usted siempre se ha manifestado a favor de mantenerla en lo público. ¿Le satisface plenamente la solución acordada?
Es privatizar la gestión, pero el hecho de que sea una sociedad mixta en la que la administración tendrá que estar encima de la gestión para controlar creo que es el mal menor en relación a lo que yo defendía en un principio. Lo que me importa al final es que haya mucha eficiencia en todo lo que hacemos. Si alguna vez algún servicio ha de ser privado, no me molesta, pero ha de ser eficiente. Muchas veces nos machacan con que estamos en contra de la colaboración público privada, pero no. Hay ciertos servicios en los que podemos estar de acuerdo en sacarlos adelante de forma privada, pero hay otros en los que nunca en la visa estaremos de acuerdo en sacarlos adelante así, como la sanidad y la educación. Por ejemplo la limpieza de los edificios a lo mejor se puede gestionar de forma privada, pero con cláusulas que no machaquen a los trabajadores. Ahí están por ejemplo las cláusulas sociales, que son básicas.
Hace dos meses cambió la cúpula de la Institución Ferial Alicantina. ¿Ya hay un plan para reflotarla? ¿Es parecido al de Feria Valencia?
Sí, será más o menos parecido al de Feria Valencia pero con matices. Hemos creado una comisión en la que estarán los directores generales de Comercio y el del IVF y toda la cúpula de IFA para trazar la hoja de ruta desde septiembre. Será parecido al de Feria Valencia, aunque la diferencia es abismal porque no son lo mismo 70 millones que 600.
¿Qué opina del diseño final de la Agencia de la Innovación? Usted mismo apostó por que fuera un mero ente de coordinación pero va a tener empleo presupuesto y competencias…
Si al final la Agencia Valenciana de la Innovación sirve para gestionar todo el sistema de innovación valenciano estaré contento. Ese es el objetivo, no otro, aunque sea un organismo que se dedique también a la compra innovadora y otras cuestiones, pero si al final no consigue coordinarlo todo para mí será un fracaso. La agencia ha de ser un organismo potente para optimizar todos los recursos que tenemos en innovación que no son pocos.
¿Puede haber choque con la Conselleria que lleva las competencias en innnovación?
No va a haber choque porque nosotros la capacidad de coordinarnos la tenemos. Por lo tanto debemos ser capaces de que esto sea algo positivo y no una lucha de titanes por querer tener más competencias que el otro. Si se convierte en una lucha de egos en la que yo no pienso entrar, entonces vamos mal. Esto ha de ser una lucha en beneficio de la innovación. La directora general de Industria, Julia Company, ha de coordinarse sí o sí con la persona que lleve la Agencia Valenciana de la Innovación y trabajar conjuntamente.
La justicia ha dado recientemente la razón a los sindicatos mayoritarios sobre el reparto de ayudas de la Ley de Participación Institucional (LPI). ¿Mantiene su intención de promover una reforma de la ley para que más sindicatos participen del reparto de los fondos de participación institucional?
No he dicho que quiera reformar la ley. Siempre he hablado de equidad o equidistribución, pero sin perder de vista la legalidad porque nosotros estamos aquí para cumplir la ley, no para cambiarla. Para eso ya están Les Corts. Eso es una competencia de Les Corts. Una cosa es lo que yo crea y otra lo que haya. Nosotros tenemos que cumplir, pero eso no obsta, y en esto los mayoritarios dan su visto bueno, a que si en el tema de participación institucional pueda haber otro representante o agente social, esté. No hablo del reparto de subvenciones, sino de que la gente se sienta escuchada. Esta conselleria nunca ha puesto en entredicho las leyes y las hemos cumplido.