VALÈNCIA (EP). Estudiantes y profesores del Grado en Farmacia de la Universidad CEU Cardenal Herrera (CEU UCH) están "colaborando activamente" con las farmacias afectadas por la Dana para que recuperen cuanto antes su actividad normal, según ha informado la institución académica en un comunicado.
Así, los voluntarios de la CEU UCH, coordinados por el Muy Ilustre Colegio Oficial de Farmacéuticos de Valencia (Micof), se han puesto desde el pasado fin de semana a disposición de los farmacéuticos damnificados.
La decana de la Facultad de Ciencias de la Salud, María Miranda, afirma que desde el primer momento la Universidad se puso en contacto con el Colegio de Farmacéuticos valenciano, "para ofrecer nuestra ayuda en todo lo que fuera posible". "Una vez contactaron con cada farmacia afectada y estudiaron sus necesidades, el Colegio nos informó de los centros que necesitaban ayuda para que fueran nuestros voluntarios", añade.
Asimismo, la decana explica que el trabajo de los estudiantes de la CEU UCH se está centrando en la limpieza y recuperación de las instalaciones, mientras que los docentes, únicos capacitados para dispensar medicamentos, también han colaborado en la atención a los usuarios de las farmacias.
Antolín Cantó, ayudante de Investigación y farmacéutico formado en la CEU UCH, ha colaborado en la puesta en funcionamiento de una farmacia recién reformada en Paiporta. "Teníamos una misión clara -explica- poner la farmacia en servicio lo antes posible". "Mi trabajo y el de mis compañeros el fin de semana ha sido desinfectar y preparar las cajoneras para poder efectuar la recepción de medicamentos al día siguiente", añade.
Según Cantó, en la farmacia de Paiporta han trabajado ocho farmacéuticos voluntarios todo el fin de semana con el fin de poder dispensar medicamentos lo antes posible. "A diferencia de la pandemia, en que las farmacias continuaron con su servicio, la DANA ha dejado constancia del valor que tienen las farmacias y el hueco que dejan en los vecinos cuando no pueden abrir", remarca.
El ayudante de investigación de la Universidad CEU Cardenal Herrera asegura que los farmacéuticos involucrados han hecho también lo posible para llevar consuelo a sus compañeros y levantar su moral a través de "trabajo y optimismo". "La farmacia en Paiporta en la que he colaborado como voluntario estaba recién reformada y se notaba que sus dueñas lo habían hecho con mucho mimo; ver todo ese esfuerzo arrasado es un golpe muy duro, pero recuperar la actividad y servir a los vecinos devuelve la esperanza", concluye.
La profesora Teresa Olivar, por su parte, se trasladó acompañada por una alumna a una farmacia de Sedaví. "La farmacia apenas disponía de suministros y no tenía una estantería en pie, tampoco sistema informático operativo y la electricidad iba y venía. Nos dedicamos a organizar todo los que nos llegaba para facilitar la labor de los dos farmacéuticos titulares", explica. "Trabajamos con una fuerza de voluntad tremenda para atender a la gran cola de vecinos que se formó ante el establecimiento", añade.
La docente del departamento de Ciencias Biomédicas asegura que quedó "muy impresionada" por la colaboración de todos los farmacéuticos allí congregados: "No había lugar para el desaliento, todos trabajamos al cien por cien y fue muy gratificante ver la implicación de los estudiantes".
Al igual que la decana, Olivar remarca que los únicos que podían atender la farmacia eran los farmacéuticos colegiados, limitándose los estudiantes a desempeñar otras funciones de recuperación de las instalaciones. Según la información que ofrece el Colegio de Farmacéuticos, la DANA afectó a 421 farmacias. En la actualidad, todos los municipios damnificados cuentan con al menos una farmacia abierta.