Este verano la asociación Jarit emprende uno de sus viajes de turismo responsables que consiguen sensibilizar y concienciar a personas sobre las realidades migratorias con las que convivimos. Destino: Marruecos
“Hay momentos en la vida en que sientes que necesitas dar un salto, aunque no sabes muy bien hacia dónde ni por qué… y cuando te das cuenta, estás por el aire conociendo el mundo. Para mí, esto son los viajes con Jarit, un paréntesis donde rompes con esquemas mentales arraigados por inercia, tejiendo una red de vivencias increíbles junto a personas que también están llenas de inquietudes.
Recomiendo este viaje a toda aquella persona que tenga curiosidad por conocer lo que nos une a otras culturas, que le apetezca disfrutar de paisajes diferentes, que el miedo es un arma que nos dice que se avecina un cambio, pero a veces, para bien.”
Este es el testimonio de Beatriz Verdoy Agustina una de las viajeras que ha participado en el Campo del Erg Chebbi en 2016 (sur de Marruecos) y en el Campo del Rif (norte de Marruecos) en 2017. Dos viajes que marcaron su vida y que ahora recomienda a aquellas personas que estén preparadas para vivir cambios de todo tipo.
Son los viajes de turismo responsable. Este tipo de viajes nacieron para acercar a la gente a los lugares de origen de donde procedían muchas personas que se instalaban en nuestra ciudad, pero ahora es, si cabe, es más necesario que nunca conocer estos orígenes por la crisis humanitaria que estamos atravesando en Europa. Jarit es una de esas organizaciones que lleva años trabajando en esta línea.
La realización de estos viajes es muy importante, ya que contribuyen a concienciar a la población acerca de las realidades que viven los habitantes del Magreb, por ejemplo, territorio donde Jarit lleva a cabo distintos proyectos desde que se fundó en 1996. Cuando empecé a adentrarme en este bonito mundo de las oenegés, Jarit ya existía y ya empezaba a ser un referente en viajes de turismo responsable. Y ahí siguen y yo me alegro.
JARIT A.C promueve el Turismo Responsable con el fin de acercar a nuestros ciudadanos y ciudadanas otras realidades y culturas y fomentar acciones de cooperación y sensibilización con países como Marruecos, Senegal o Argelia.
Una realidad migratoria que está muy presente entre nosotros. Este tipo de viajes puede ir cambiando y trabajando de manera positiva la visión que tenemos de los movimientos migratorios y de los motivos que llevan a ello.
Conocer otras realidades y vivirlas, aunque sea por un tiempo corto, crea una serie de lazos y genera una empatía que nos ayuda a dar otra visión de la migración.
Somos conscientes que son pequeños avances y que no mueven montañas, pues detrás de las políticas migratorias y las realidades en migraciones, no están solo las voluntades personales e individuales, existen unos intereses económicos y políticos entre países que se nos escapan desde una lógica y un enfoque social.
Intereses que son difíciles de desbancar y de derrocar pero si trabajamos en sensibilizar a personas que el día de mañana será quienes tomen este tipo de decisiones y quienes voten unas políticas y no otras, quizá algo estemos construyendo desde ya para el futuro.
Jarit lleva realizando campos interculturales en Marruecos desde el 2002, algunos años han sido cofinanciados por el Ayuntamiento de Valencia (como en el caso de este año) y otros han salido adelante con otro tipo de esfuerzos.
La importancia de este tipo de apoyos y ayudas públicas para hacer más accesible estos viajes a quienes estén interesados es muy importante.
“Por ello este tipo de viajes y de experiencias deberían ser de obligada recomendación para toda la sociedad para desmontar prejuicios, convivir para descubrir cuánto tenemos en común los seres humanos. Mucho más de lo que nos diferencia.” Asegura Neus Company Gascueña, Técnica en Educació per a la Transformació Social de JARIT, quien asegura que de eso se trata en estos viajes, desde sus inicios. Y por eso trabajan especialmente sobre países árabes porque mucha migración viene de allí y con la juventud, segmento de la población que está en una etapa tan maravillosa como significativa de desarrollo personal.
El Turismo Responsable pretende potenciar el desarrollo de las comunidades locales. El viaje pretende ser un elemento de acercamiento y respeto a su cultura y entorno.
Trabajamos con Asociaciones y Colectivos locales que gestionan estos recursos como vehículo de desarrollo sostenible de sus comunidades. Estos viajes combinan la propia actividad del viaje con la posibilidad de conocer diferentes proyectos y realidades sociales que se desarrollan en estos países.
El viaje que organiza este año para Agosto Jarit viajan 45 personas, 20 se quedarán en la zona del Rif, y 25 en el Erg Chebbi. Y este es el contexto donde trabaja.
En el campo norte de Marruecos, se trabajará el derecho humano al agua, derecho universal. En el Riff, a pesar de tener un clima mediterráneo húmedo, la disponibilidad de agua ha disminuido debido al cambio climático. Llueve menos y se prolongan las sequías.
El agua para uso humano no está garantizado por la sequía y la presión de la agricultura. El incremento de la demanda de agua para uso agrícola por la intensificación de la agricultura se produce al pasar los cultivos de secano a regadío.
La presión sobre el agua hace que en periodos estivales, muchas poblaciones rurales de las montañas del Rif queden desabastecidas. Desaparecen las fuentes tradicionales por la sequía, y se detraen las exiguas aguas superficiales para el riego de los cultivos.Esto se da en un país sin infraestructuras de almacenamiento, captación, canalizaciones o potabilizadoras.
Khsana, la población donde se desarrolla la mayor parte del trabajo de campo, es un núcleo rural a 900m de altitud con de 6.000 habitantes. Desde hace 500 años esta población se abastecía de 6 fuentes a unos 5 kilometros de distancia, que se canalizaban para el riego de las huertas y para alimentar los pozos comunales.
Afectada por las sequías, los pozos comunales se secan y contaminan en el periodo estival. Los exiguos caudales superficiales se desvían para regar los cultivos que hace una década eran cultivos de secano. Esto obliga a las personas encargadas de proveer de agua las casas, las mujeres y los niños, a recorrer grandes distancias para abastecerse.
El desierto del Erg Chebbi, es uno de los dos grandes ergs (desiertos) de Marruecos. El cambio producido por la llegada del turismo en estas sociedades tradicionales es de un gran calado, con aspectos positivos y negativos al mismo tiempo.
Desde Jarit impulsan un proyecto de Turismo Sostenible, en colaboración con la asociación Izourane, asociación local de mujeres, para potenciar el desarrollo económico de estas comunidades intentando fomentar un modelo de crecimiento compatible con el entorno y la cultura local.
Recuerden que los viajes de Turismo Responsable siempre son una opción para valorar.
La semana que viene… más!!!