El Ayuntamiento exige que se le permita participar en el proyecto para que afecte a la localidad lo menos posible
VALÈNCIA. La licitación de la redacción del proyecto de mejora de la conexión de la V-30 con la autovía A-3 ha puesto en alerta al Ayuntamiento de Xirivella, el municipio más sensible a cualquier intervención en este nudo viario. El BOE publicó el pasado día 11 los detalles de la licitación, presupuestada en 550.000 euros y con un plazo estimado de 24 meses. Se trata del paso previo a la licitación y contratación de las obras, que todavía demorarán unos años. No obstante, el gobierno municipal de Xirivella, conformado por PSPV y Podem, lanza ya un primer aviso. "Estaremos muy vigilantes para que esa nueva conexión no atente contra los intereses del municipio", ha avanzado el alcalde Michel Montaner.
La mejora de la conexión entre la V-30 y la A-3 permitirá, según los cálculos del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, que el tráfico procedente del puerto y de la zona sur metropolitana circule con mayor fluidez a su llegada a los términos de Xirivella y Mislata. El proyecto contempla la construcción de un nuevo puente sobre el cauce del Turia cuyo trazado transcurriría en paralelo al actual. "Somos muy conscientes de nuestra ubicación y de las grandes infraestructuras que nos rodean y limitan nuestra movilidad", reflexiona Montaner. "Cualquier actuación que libere de atascos los accesos del municipio se debe estudiar detenidamente para minimizar un posible impacto negativo en las zonas más directamente afectadas", defiende el alcalde.
El gobierno municipal de Xirivella impulsó en 2017 una gran manifestación contra el anteproyecto elaborado por el entonces Ministerio de Fomento, ante el temor de que su ejecución comportase la supresión del acceso al municipio por la Plaza de España. El equipo presidido por Montaner presentó un listado de alegaciones exigiendo claridad al respecto. La respuesta de Madrid despejó las dudas: la nueva conexión de la V-30 con la A-3 no suprimirá el acceso de Plaza de España, una entrada esencial para el tráfico de València.
La reivindicación del gobierno de Xirivella se centra ahora en la defensa de los intereses de la Plaza de Vicentica la Serrana y el Barrio de la Luz, situados a ambos lados de la Avenida del Cid, en la otra parte del río. Asumiendo su ubicación entre grandes infraestructuras trascendentales para el Estado, Xirivella "aspira a obtener compensaciones al agravio histórico que supuso para nuestro municipio el Plan Sur y la construcción del nuevo cauce del Turia", zanja el alcalde.
Karin Jansen, concejala de Movilidad, alega que la ampliación de la V-30 es "dudosamente favorable para los vecinos y vecinas de Xirivella y no resuelve los problemas actuales de movilidad". Jansen aboga por que el Ministerio se centre primero en "garantizar la conexión entre los tres núcleos poblacionales de Xirivella", además de mejorar la movilidad ciclista, peatonal y de transporte público. "No renunciaremos tampoco a un acceso ciclista directo que una nuestro municipio con la red de carril-bici de València", avanza. La concejala exige que, en caso de seguir adelante el proyecto, el Ayuntamiento, la ciudadanía y las asociaciones y entidades sociales "participen desde un primer momento" en el diseño del proyecto de conexión de la V-30 con la A3, e insta al Ministerio y a la Generalitat a "estudiar minuciosamente" su encaje en la Estratègia Valenciana de Mobilitat.