VALÈNCIA. La Lista Roja de Hispania Nostra identifica y cataloga del patrimonio cultural en riesgo, se presenta como una herramienta fundamental para la preservación y salvaguardia de nuestras raíces históricas. En el periodo comprendido entre el año 2023 y 2024, esta lista ha sumado 13 nuevos elementos en riesgo, lo que subraya la urgencia de atender a la situación crítica de estos bienes culturales en España.
La inclusión de estos elementos adicionales en 2023, a los que se ha unido uno más en lo que llevamos de 2024, subraya la vulnerabilidad de nuestro legado ante diversos peligros, desde el abandono hasta la degradación estructural. Hispania Roja quiere con este llamado de atencior señalar la necesidad de concienciación y acción, ya que la pérdida de estos tesoros culturales "no solo implicaría una merma en nuestra identidad colectiva, sino también la desaparición irrecuperable de valiosas manifestaciones que han perdurado a lo largo de los siglos".
El Molino Sarrampedra, un ejemplo sobresaliente de molino hidráulico del siglo XIX en La Costera, estuvo al borde del derribo durante la "burbuja del ladrillo". A pesar de su rescate gracias a la oposición popular, actualmente se encuentra en avanzado deterioro, amenazando su existencia. En el caso de los baños árabes de Xátiva, datados en el siglo XII, aunque bien conservados, presentan la falta de protección y proyectos de rehabilitación, lo que los coloca en riesgo. Situados bajo la calle Argentería, su inclusión en la lista resalta la necesidad de poner en valor este patrimonio histórico y cultural.
La Casa-Palacio Barón de Sacrolirio, construida en el siglo XVII, se encuentra en estado de abandono desde su adquisición por el Ayuntamiento en 1993. La falta de uso y mantenimiento ha llevado a un deterioro urgente, con la cubierta dañada y los forjados colapsados. Por otra parte, el Lienzo de la muralla almohade del Castillo de Xàtiva, con raíces ibéricas y romanas, presenta un estado precario y riesgo de derrumbe. Aunque es un Bien de Interés Cultural, su inclusión en la lista resalta la urgencia de acciones de conservación, especialmente en el tramo datado entre los siglos XI y XII.
Las Murallas de Levante de Xàtiva, declaradas Bien de Interés Cultural, exhiben tramos en estado precario debido a la falta de mantenimiento. Aunque algunos sectores han sido rehabilitados, la erosión y la vegetación creciente amenazan ciertos tramos y tres torreones se encuentran en ruinas. Lo mismo ocurre con la Papelera San Jorge. Fundada en 1932-1939, con su conjunto industrial que incluye la chimenea más alta de la Comunitat Valenciana, enfrenta el riesgo de desaparición. En mal estado y con la orden de derribo del Ayuntamiento de Xàtiva, su inclusión en la lista resalta la urgencia de preservar este emblema industrial.
Todos estos elementos patrimoniales de Xàtiva se incluyen en la lista debido a signos evidentes de deterioro que amenazan su supervivencia. La preservación de estos tesoros históricos requiere intervenciones inmediatas y acciones de conservación para garantizar su legado cultural y arquitectónico. Su inclusión en la lista se justifica por el riesgo inminente de desaparición y el continuo abandono que ha sufrido.
La Alquería de Burgos, posiblemente uno de los edificios rurales más antiguos de la región de l'Horta Nord, data aproximadamente de los siglos XVI y XVII, aunque muestra elementos arquitectónicos posteriores, principalmente del siglo XVIII. Su fachada principal, de diseño clásico con una entrada de grandes sillares, sugiere un origen señorial, diferenciándola de las alquerías comunes. Aunque actualmente se encuentra en estado de ruina, evidencia las transformaciones constructivas sufridas a lo largo del tiempo.
La estructura de la alquería presenta dos niveles de refracción notables. El primero, posiblemente del siglo XVIII, muestra una reforma que alteró los huecos originales y recreció el edificio, evidenciado por los restos de una torre en el lado oeste. Elementos de masonería y listados de ladrillos del siglo XVIII son evidentes en la fachada. El segundo nivel, de reformas más modernas entre los siglos XIX y XX, se caracteriza por la transformación de los vanos y la creación de balcones actuales. La cubierta a dos aguas también se presume como una modificación de esta época, alterando irreversiblemente la techumbre original.
A pesar de ser un Bien de Relevancia Local y Espacio Etnológico de Interés Local, la Alquería de Burgos se encuentra en estado de abandono y ruina. Informes técnicos del Ayuntamiento de Valencia indican pérdida de revestimientos, fisuras y grietas en las fachadas, así como desplome parcial de la cubierta. La dejadez en su conservación ha generado denuncias ante el Síndic de Greuges de la Comunitat Valenciana desde junio de 2017, con recomendaciones correspondientes. Estas condiciones precarias resaltan la urgencia de intervenciones para preservar este importante patrimonio histórico y etnológico local.
El Acueducto dels Arcs, ubicado en Manises y datado desde la época de la romanización, tiene una importancia histórica, arquitectónica y etnológica significativa, formando parte de una red hidráulica que ha sido fundamental para el asentamiento humano y la explotación de recursos en la Vega de Valencia. Único en su género en esta área geográfica, su primera referencia conocida data de una orden del rey Jaume I en 1273, destacando su deterioro y la necesidad de restauración.
La estructura original presenta veintiocho arcos de medio punto con un trazado rectilíneo, describiendo una ligera curva opuesta al barranco del Salt d'Aigua. Con una longitud de aproximadamente 230 metros, se distinguen tres series de arcadas, siendo las del sur y del norte más elevadas que el conjunto central. Los pilares, sólidamente construidos con bloques de piedra caliza, presentan dimensiones medias entre 130 y 150 cm de ancho y 370 y 390 cm de altura. Aunque no se conservan restos del cajero original, se estima que podría haber estado construido en hormigón de cal. A pesar del deterioro y la falta de un plan de conservación, la estructura muestra estabilidad, ya que se conserva el núcleo de la fábrica original en la mayoría de los arcos.
El material de construcción empleado en las obras de refuerzo de los arcos, ladrillo macizo, data entre los siglos XVI y XVII, con reparaciones realizadas en los siglos XVIII, XIX y principios del XX. A pesar de su estatus como Bien de Interés Cultural (BIC), la falta de un plan de conservación y el alto grado de deterioro, evidenciado por la vegetación que crece entre las piedras del acueducto, plantean desafíos para su preservación. Sin plan de conservación ninguno, el deterioro de la zona es alto, lo que le hace ser una de las obras incluidas en la lista de Hispania Nostra.
El Fuerte o Fortín de Gorgol, de relevancia histórica en el contexto de la Primera División del Ejército de Centro durante la época carlista, presenta una historia registrada en documentos como la Memoria del General Francisco Javier de Azpiroz de 1842. Construido en 1839 en las afueras de Chelva, se describe como un reducto fortificado con un cañón de 4 libras, bajo el mando del teniente coronel D. Edmundo Shelly.
Considerado un ejemplo de la arquitectura militar carlista en la Serranía, el fuerte presenta características como murallas en alambor, cerramiento de piedra en seco, diversas aspilleras, un foso y acceso elevado, conformando un conjunto de interés etnológico, arquitectónico y arqueológico. Aunque cuenta con la protección legal de Bien de Interés Cultural (BIC) según el Decreto de 22 de abril de 1949 sobre la protección de los castillos españoles, así como por la Ley 4/98 del Patrimonio Cultural Valenciano, el ayuntamiento de Chelva no lo incluirá en el catálogo municipal.
El estado de conservación es preocupante, presentando ruinas, desprendimientos, pérdida de aspilleras, grietas en los muros y un crecimiento descontrolado de vegetación. Además, existe un alto riesgo de destrucción debido a la clara intención de urbanizar la zona. La importancia de preservar este bien cultural queda patente, y se requieren medidas urgentes para evitar su deterioro irreversible.
La Alquería de Ponsa o Bondia, ubicada en el Barrio de la Aguja en Valencia, representa un valioso vestigio histórico y tipológico. Compuesta por una casa de crujías desiguales con un patio posterior y una porxada al fondo, junto a otra porxada adosada lateralmente al edificio principal, la alquería ha sufrido transformaciones que requieren una restauración integral. Aunque protegida como Bien de Relevancia Local - Espacio Etnológico de Interés Local, su estado de conservación es malo, abandonada, cerrada y amenazada por okupaciones y vehículos que comprometen su integridad.
También la Antigua Estación de FEVE en Nazaret. Construida en 1912, enlazaba el centro de Valencia con el puerto. Tras la devastadora riada de 1957, la estación perdió su funcionalidad de pasajeros y mercancías, quedando cerrada décadas atrás. A pesar de su estatus como Monumento de Interés Local, su estado es malo, con deterioro evidente, cables e instalaciones superpuestos, y riesgo de expolio. La falta de intervención de las autoridades locales y regionales agrava la amenaza de mayor deterioro.
El Cine Metropol de Valencia, erigido entre 1932 y 1934, es un ejemplo único del cine de la Segunda República. Diseñado por Javier Goerlich Lleó, presenta una fachada modificada sobre la original de 1882. Aunque propuesto para BRL, carece de protección específica. Aunque se encuentra en buen estado de conservación, se enfrenta a un peligro inminente de derribo para la construcción de un hotel. La importancia cultural de este cine republicano merece una consideración urgente para su preservación.
Finalmente, la Quinta de Nuestra Señora de las Mercedes, también conocida como Casino del Americano, representa un testimonio histórico construido en 1869 en la Avenida Burjassot. Encargado por Joaquín Megía y Mercedes González-Larrinaga este lugar refleja un estilo ecléctico diseñado por el maestro de obras Manuel Piñón, con una estructura de planta baja, dos pisos y torre Miramar que muestra signos de deterioro, con ventanas rotas y daños en la verja y muro.
La villa ha pasado por diversas etapas y aunque, después de cambios de uso -como colegio y pub-, el Casino del Americano fue adquirido por el Ayuntamiento de Valencia en 2011 y esté catalogado como Bien de Relevancia Local (BRL), el estado actual del edificio y su entorno es deficiente, exige intervenciones urgentes para su conservación y revitalización. Tanto el edificio como su entorno requieren atención inmediata para preservar este elemento significativo de la historia arquitectónica local.
La Lista Roja de Hispania Nostra revela una preocupante situación de deterioro y abandono del patrimonio histórico y cultural en la Comunidad Valenciana. Desde alquerías y acueductos hasta fortines y antiguas estaciones, estos testigos del pasado enfrentan amenazas inminentes que ponen en riesgo su preservación. Elementos que reflejan la necesidad imperante de intervenciones coordinadas, restauraciones integrales y medidas de protección efectivas por parte de las autoridades locales y regionales. La preservación de estos testimonios históricos no solo garantiza la conexión con el pasado, sino que también enriquece la identidad cultural y turística de la región.