India Jiménez de Cuevas, directora de Finance Academy -primer proveedor oficial reconocido por CFA Institute en España-, destaca la importancia de aportar valor a través de títulos certificados
VALÈNCIA. Una encuesta elaborada por Schroders, que contó con una participación de 22.000 inversores de 30 países -1.001 en España-, reveló que un 87% de los inversores españoles sienten la necesidad de mejorar sus conocimientos financieros, por encima de la media europea (84%). En este escenario, la mayoría de los analistas e inversores se preguntan cuál es la certificación apropiada para poder operar en los mercados financieros.
Entre las pocas designaciones que existen en el mundo que gocen de prestigio y valoradas dentro del campo profesional de las finanzas, está el título de Analista Financiero Certificado o CFA (por sus siglas en inglés, Chartered Financial Analyst). Para muchos es el más completo y reconocido en todo el mundo del campo de las inversiones y finanzas. Actualmente, existen poco más de 600 CFAs en España pero, ¿en qué consiste realmente esta certificación?
Creada por CFA Institute en 1963, la designación CFA se ha convertido en la más prestigiosa a nivel internacional en el mundo de la inversión profesional. Los especialistas en finanzas la asocian directamente con una formación íntegra y práctica en gestión de carteras y análisis de inversiones. Tanto ‘The Economist’ como ‘Financial Times’ lo han calificado como el ‘patrón de oro’ del mundo de la inversión.
“El sector financiero necesita especialistas que le aporten valor. La formación universitaria no es suficiente y los últimos años no han hecho más que confirmar dicha afirmación. Se requiere ir un paso más allá y, sin duda, este programa lo consigue con creces. Se trata de una certificación profesional en finanzas de origen norteamericano que se obtiene tras un largo y riguroso proceso”, explica India Jiménez de Cuevas, directora de Finance Academy, el primer Prep Provider oficial reconocido por el CFA Institute en todo el territorio nacional, que prepara a los candidatos para obtener el título con mayor reconocimiento en la industria financiera.
Para ser nombrado CFA Charterholder, los candidatos realizan tres pruebas secuenciales de seis horas, que son consideradas como las más rigurosas en la industria de la inversión; y deben contar con una experiencia de cuatro años en el terreno financiero. “Además, estos candidatos deben firmar un compromiso de cumplimiento del Código de Ética y Normas de Conducta Profesional de CFA Institute; pertenecer a una CFA local Society, y convertirse en miembro de CFA Institute”, explican desde Finance Academy.
El examen de Nivel I se ofrece dos veces al año (diciembre y junio), y los Niveles II y III se ofrecen una vez al año, sólo en el mes de junio. El examen de Nivel I consta de preguntas de opción múltiple. El Nivel II se compone de conjuntos de elementos (mini casos), y las preguntas de Nivel III son en un 50% preguntas de opción múltiple y otro 50% de respuesta breve y de redacción.
Según India Jiménez de Cuevas, directora de Finance Academy, “en promedio, los candidatos pasan más de 300 horas de estudio para prepararse para cada nivel y suele tardar una media de cuatro años en pasar los exámenes requeridos. He de destacar que entre el 35% y el 42% de media pasan los exámenes; mientras que nuestros alumnos aprueban en el 80% de los casos, ya que nuestro método se sustenta en el acompañamiento continuado y compromiso con el candidato. Hemos creado un curso extensivo donde se enseñan todos los conceptos del temario y nuestros alumnos pueden repetir el curso tantas veces como quieran”.
Lo que sí es cierto es que, desde hace muchos años, las principales gestoras de fondos, así como otros inversores institucionales, emplean a profesionales acreditados con la designación CFA. No obstante, en la actualidad son otros muchos colectivos profesionales los que también han descubierto los beneficios de contratar a este grupo de profesionales altamente cualificado por su versatilidad y profundo conocimiento de los mercados, sean bancos privados y banca de inversión, o empresas de consultoría y otras organizaciones no financieras e instituciones públicas.
“Obtener la designación CFA es abrirse al mundo y poder trabajar en cualquier lugar en un puesto de alto reconocimiento. Un CFA demuestra tener un conocimiento exhaustivo de los requisitos necesarios para el análisis de inversiones y la toma de decisiones en la industria financiera”, mantiene India Jiménez de Cuevas que añade: “Actualmente esta certificación no sólo se valora en España, sino que se irá convirtiendo en un requisito imprescindible según vayan pasando los años”.
Los dos componentes fundamentales de la confianza que deben fomentar firmas de inversión y asesores son la credibilidad y la profesionalidad como recoge la encuesta