El sector rechaza la propuesta de la Dirección General de Comercio, que pretendía abrir un solo festivo en todo el mes de diciembre
VALENCIA. Dura reprimenda del comercio valenciano a la Conselleria de Economía. El conseller, Rafael Climent, y el director general del ramo, Natxo Costa, quisieron estrenarse en el Observatorio del Comercio de la Comunitat con un golpe sobre la mesa en forma de restricción a la apertura en domingo, pero su ofensiva fue respondida este martes con una bofetada por parte del sector.
La administración sorprendió a propios y a extraños con un rocambolesco calendario de festivos con actividad comercial para 2016. Su intención era abrir un solo festivo en todo diciembre -algo inaudito en el mes que concentra, con motivo de la campaña navideña, el mayor porcentaje de ventas de todo el año- pero el sector reaccionó a tiempo y logró elevar la cifra a cuatro festivos, tal y como pedía la mayoría.
El propio Costa anticipaba sus planes por la mañana en una rueda de prensa. El dirigente explicó que, según lo estipulado en el decreto vigente -que fue publicado in extremis por el anterior equipo de gobierno del PP- existen unos criterios fijos para determinar los diez festivos de apertura comercial que tienen que ser cumplidos a rajatabla según su estricto orden de enumeración.
Ya en el Observatorio del Comercio, que tuvo lugar por la tarde, el dirigente detalló que las aperturas se repartían de la siguiente manera en función de los tres primeros criterios. Así pues, cinco días serían para las cinco ocasiones en las que coinciden dos festivos consecutivos: el domingo 20 de marzo tras San José, el Jueves Santo -24 de marzo-, el domingo de resurrección -27 de marzo-, el 15 de agosto y el 26 de diciembre tras la festividad de Navidad.
Otros dos días más corresponderían a los festivos que coinciden en periodo de rebajas (el 10 de enero y el 3 de julio); y los tres restantes distribuidos en el mes de agosto por tratarse de los días de mayor afluencia turística del año en la Comunitat.
Tal escenario, en la práctica, suponía una clara restricción de la apertura en domingo, puesto que los festivos con actividad trasladados al mes de agosto habrían tenido un menor efecto al contar buena parte de la Comunitat con Zonas de Gran Afluencia Turística (ZGAT) que ya habilitan a las grandes empresas y superficies en dicho mes.
Además, la medida era un golpe en la línea de flotación de los complejos comerciales y las grandes marcas, que habrían visto cerradas sus puertas en plena campaña navideña -a excepción de las zonas con libertad total de Valencia y Alicante que queden delimitadas para tal fecha-.
Tal vez Costa no contaba con que ni siquiera las entidades más partidarias de restringir la apertura en domingo planteaban una postura tan dura como la suya. De hecho, como puede observarse en el cuadro -repartido durante el observatorio-, todas las entidades -con la excepción de Asucova- concentraban en diciembre los festivos con actividad reclamados a la Generalitat .
La sorpresa de las entidades fue tal que el Observatorio se vio obligado a romper el protocolo para que se organizaran improvisadas reuniones en busca de un gran pacto en el sector que parara los pies a la conselleria. El inusitado acuerdo fraguó en el segundo de los corrillos.
El cambio más reseñable logrado por las diferentes asociaciones respecto al calendario inicial de Costa fue eliminar los tres festivos de agosto para establecer las aperturas en diciembre, que se establecieron los días 4, 6, 11 y 18 de diciembre de 2016.
El argumento esgrimido por Economía para avalar su cambio de criterio fue el hecho de que los festivos de agosto ya cuentan con apertura en buena parte del territorio "por contar con un gran número de zonas turísticas". "Por ello se salta al siguiente criterio impuesto por el decreto, que es el de atender a la campaña de Navidad", explicó Costa.
El director general, por contra, no detalló por qué finalmente el calendario incumple el primero de los criterios -y, según su argumentación, el de más obligado cumplimiento- al prescindir de la apertura en domingo del día 26 de diciembre, que será festivo porque el 25 cae en domingo.
Lejos de verlo como una incongruencia, Costa lo ensalzó como un logro por haber conseguido cerrar las puertas del gran comercio un día festivo de Navidad, tal y como también sucederá con el día 6 del mismo mes, día de la Constitución Española.
Al término de la agitada reunión, tanto el director general de Comercio, Natxo Costa; como el conseller de Economías Sostenible, Rafael Climent, obviaron el naufragio de su propuesta y se mostraron satisfechos con "el consenso alcanzado por el sector".
Las voces críticas provinieron de la Confederación de Empresarios del Comercio de la Comunitat (Cecoval), cuya presidenta, Isabel Cosme, destacó "la rapidez del sector para ponerse de acuerdo tras la sorpresa de un nuevo criterio aportado por la conselleria". Mucho más claro fue Carlos Alfonso, que tildó de "barbaridad" e "infumable" la propuesta de la Generalitat.
Fue tal el revuelo que alteró sustancialmente el foco inicial de la celebración del observatorio, en el que ni tan siquiera se comentó con los diferentes actores la voluntad de la administración de desarrollar un decreto más restrictivo que el ahora vigente.
Además, el encuentro se celebró precisamente en la Lonja de Valencia, lugar elegido por el ayuntamiento para situar el epicentro de su zona liberalizada, pero el tema quedó eclipsado por la polémica inesperada de los festivos de 2016.
Cabe recordar que la celebración del nuevo Observatorio ya nació con polémica, posiblemente con la primera en salpicar a Natxo Costa. Su conselleria originó un conflicto al suprimir la participación directa de Anged en el mismo, una decisión que más tarde tendría que revertir.