VALÈNCIA. La del Grupo Damel es una historia que atraviesa todas las etapas posibles antes de alcanzarla estabilidad y el reconocimiento empresarial. Una trayectoria muy similar ala que sigue la curvatura de una sonrisa: no en vano, el lema —y espíritu— con que la compañía acomete todas sus operaciones es precisamente ese: Dibujando sonrisas.
Para comprender de dónde viene este marcado ADN de perseverancia y, sobre todo, de apuestas arriesgadas, hay que remontarse a la década de los 50: y es que los actuales dueños de Damel Group, los hermanos López Ibáñez, ya conocieron el éxito de la mano de Productos Churruca, una de las empresas que situó a España en el punto de mira del mercado de frutos secos durante el siglo pasado y fundada por su padre, José López Lluch. A principio de los años 90 una serie de discrepancias en el modelo de empresa que se quería para el futuro llevaron a José López Lluch y sus hijos, a desvincularse de Productos Churruca, aunque siguen participando en su capital social, y a iniciar una nueva etapa.
En este tiempo, Damel Group ha optado por invertir en España, pero mirando muy de cerca los mercados internacionales a los que dirige el 60% de la producción a través de socios comerciales y oficinas en casi 70 países. Desde el origen, se suceden una serie de decisiones estratégicas hasta constituir lo que hoy en día es el Grupo Damel. Una compañía de alimentación con cinco plantas de producción localizadas en España, y oficinas comerciales en USA, y con presencia en todo tipo de categorías de alimentación lúdica: caramelos de goma, regalices, caramelo balsámico, golosina líquida o polo flash, frutos secos, snacks y chocolates.
Alto componente de riesgo
Algo en común de las distintas compañías y plantas productivas incorporadas al Grupo durante estos 29 años —desde la propia Productos Damel de Alicante hasta la antigua fábrica de Mondelez-Dulciora en Valladolid, pasando por la planta de Kelia en Sevilla o la de Turrón Viena Meivel en Algemesí— era su elevado componente de riesgo en el momento de la adquisición por la necesidad, en todas ellas, de importantes dosis de gestión en todos los ámbitos. Todas esas compañías o sus plantas, fueron reestructuradas y marcas tan históricas como la propia Damel, Palotes, Pectol, Cheiw, los polos Kelia, los frutos secos Casamayor o el Turrón Viena Meivel han sido situadas en lo más alto del mercado nacional e internacional en el que la compañía se encuentra presente.
Damel Group optó por el crecimiento, incorporando al grupo otras sociedades que tenían como denominador común su antigüedad, la popularidad de sus marcas. El componente social también ha sido muy importante. Para ello, lejos de provocar dramas, se ha aprovechado e integrado el expertise del equipo humano que venía con las empresas que han sido incorporadas al grupo, lo que ha marcado la cultura empresarial de la compañía, fomentando el esfuerzo y la promoción interna.
Grupo de alimentación sólido
Hoy, el resultado de todas esas inversiones es un grupo de alimentación sólido, con marcas tradicionales completamente renovadas e infinidad de productos para todos los públicos. Y es que Damel Group ha sido pionero en desarrollar, entre otros, una gama de gominolas con 0% azúcar —galardonada con el premio Producto del Año 2019—, un polo flash también libre de azúcares, caramelos con propiedades veganas o la reducción de calorías en la mayoría de sus referencias de confitería. Ha sabido reinventar toda una línea de productos tradicionales y adaptarlos a las exigencias de mercados internacionales obteniendo todas las certificaciones de calidad necesarias para ser comercializados tanto en mercados occidentales como en otras comunidades con características Kosher o Halal.
Sus productos se pueden consumir en más de 68 países adaptados a los requerimientos de sus diferentes culturas. El reto principal ha sido desarrollar un programa de I+D que le permitiese diferenciarse de los grandes competidores.
El compromiso de Damel con la alimentación saludable le ha llevado, además, a la creación de un Plan de Negocio de Productos Funcionales y Nutracéuticos, bajo la marca VITALDIN, con Probióticos, Vitaminas, Minerales, y con compuestos funcionales, como la melatonina o el DHA, que le ha permitido conseguir diferentes Premios a la innovación. Presentes con esta nueva categoría en los continentes americano y europeo, el objetivo para el futuro, es conseguir la consolidación del Grupo y convertirse en uno de los players de referencia en alimentación diferenciada.
El compromiso social del Grupo siempre ha estado marcado por la devolución a la sociedad de parte de lo que ella le ha dado. Con la crisis del coronavirus muchos consumidores han recurrido a productos de snack y confitería para combatir el estrés, la ansiedad y el aburrimiento. Damel Group, fiel a su espíritu solidario, ha querido contribuir a devolver a la sociedad la confianza que ésta necesita a través del apoyo a las familias más desfavorecidas: en concreto, ha donado más de 15 toneladas de diferentes productos a asociaciones como Cáritas Valencia, Cruz Roja Valencia, Fundación Ayuda Una Familia y Banco de Alimentos (Valencia, Alicante y Valladolid).