Los expertos recuerdan que no todo lo que está de moda vale para desprenderse de los kilos de más
MADRID, (EP). El Instituto Médico Europeo de la Obesidad (IMEO) alerta de los posibles efectos secundarios o rebote de aquellas dietas que prometen perder mucho peso en poco tiempo, ya que "carecen de sustento científico" y son insostenibles a largo plazo en caso de reducir el peso de forma saludable.
De hecho, por tercer año consecutivo esta entidad ha elaborado una clasificación con las diez dietas más populares en España durante el año pasado para recordar que "no todo lo que está de moda vale" para "desprenderse a toda costa de los odiosos kilos de más" e insistir en que "lo primero es la salud y la mejoría de los hábitos de vida saludables a largo plazo".
"Nuestro objetivo es ayudar a quienes se plantean ponerse a régimen escoger el plan más adecuado, sin caer en la trampa de las dietas milagro", explica Rubén Bravo, experto en nutrición y portavoz del Instituto.
En este sentido, el ranking de las dietas menos indicadas la lideran las monodietas a base de sirope de savia, limón, manzana o piña, que parten de la idea de basar la alimentación durante un tiempo determinado en un sólo producto, lo que hace que sean "extremadamente restrictivas en calorías, muy desequilibradas y con garantizado efecto rebote".
La dieta de sirope de savia desatiende las necesidades del organismo humano y está totalmente contraindicada para adolescentes, persona en edad de crecimiento o tercera edad. La del limón se usa "para bajar una talla de pantalón en una semana" pero, según advierte el IMEO, "consumir en exceso un ácido tan potente es perjudicial y obliga al organismo a utilizar sus sistemas de compensación consumiendo muchos oligoelementos".
Las dietas de la manzana y de la piña se hacen más populares tras los excesos navideños por sus propiedades diuréticas y depurativas pero, según reconoce Estefanía Ramo, nutricionista dietista de IMEO, son frutas que no contienen proteínas, por lo que "a la hora de perder peso principalmente se elimina masa muscular y cuándo se termine la dieta volveremos a recuperar el peso con gran facilidad".
La segunda del ránking es la dieta de las 500 kilocalorías (Kcal), que consiste en hacer un par de días de ayuno a la semana, consumiendo un máximo de 500 kilocalorías, cuando desde IMEO apuntan que ninguna dieta debería ser inferior a 800, y recurriendo en muchos casos a sustitutos de comidas como barritas o batidos que no contribuyen a la constitución de unos correctos hábitos alimenticios.
Además, la insuficiente cantidad de proteínas se ve reflejada en la pérdida principalmente de masa muscular, y entre otros riesgos incluye deficiencias nutricionales como anemia, osteoporosis, falta de vitalidad, fatiga muscular, problemas en la piel a corto plazo, desórdenes alimentarios, ansiedad y sensación de hambre constante, así como un efecto 'yo-yo' a largo plazo.
El IMEO también alerta del riesgo de la dieta de los sobres proteinados, de procedencia francesa, que tiene entre 4 y 7 fases según el laboratorio y utiliza como base alimenticia de sobres y preparados proteicos como sustitución de comidas.
Busca principalmente someter al individuo a cetosis, provocada por el uso de la grasa corporal como fuente de energía al ser radicalmente disminuidos los niveles glúcidos. Las primeras fases permiten tan sólo la ingesta de cantidades limitadas de verdura, con escasas grasas y un suplemento proteico por comida.
Sin embargo, no es una dieta equilibrada y el hecho de reemplazar los alimentos cotidianos por preparados proteicos la hace insostenible en el tiempo. "La práctica nos indica que la severa restricción calórica favorece el efecto rebote y el aumento metabólico del cortisol (hormona del estrés) en la gran mayoría de los pacientes", ha subrayado Rubén Bravo.
Del mismo modo, la dieta de los zumos multivitamínicos, basada en bebidas compuestas de frutas, verduras y hortalizas vitaminas y minerales pero reducidas en proteínas y grasas, por lo que "es un planteamiento incompleto e insostenible en el tiempo, con riesgos de perder masa muscular y provocar una hipervitaminosis".
"Los preparados multivitamínicos no son un comida líquida para adelgazar, ni cumplen con los requerimientos nutricionales y proteicos de una comida principal", ha destacado Bravo, por lo que al ingerir la fruta y verdura trituradas se omiten la masticación y la insalivación, una parte del proceso digestivo que puede influir en el efecto de saciedad y acentuar la sensación de hambre, y por ello nunca debería durar más de 48 horas.
La última dieta desaconsejada es la de cero carbohidratos, que es una evolución de la ya conocida dieta cetogénica, conocida en España con el nombre Dukan. Su principal ventaja está en la rapidez con la que se pierde peso.
"Al no introducir hidratos de carbono (cereales, legumbres, vegetales y fruta), que son nuestra principal fuente de energía, se obliga al organismo que no dispone de glucosa suficiente en la sangre a agotar las reservas de glucógeno en hígado y músculo", explica la nutricionista Andrea Marqués.
Sin embargo, es entonces cuando, por falta de opción, se empieza a utilizar la grasa como combustible transformada en cuerpos cetónicos. El problema ocurre cuando la cetosis no se controla correctamente y las cetonas empiezan a dañar la masa muscular y a provocar otras alteraciones a nivel orgánico.
Puede provocar a corto plazo mareo y dolor de cabeza, ya que el cerebro necesita energía en forma de glucosa para funcionar; mal olor de aliento, orina y sudor debido al exceso de cuerpos cetónicos eliminados por estas vías de excreción; y estreñimiento severo, por la carencia de fibra.
Frente a estas dietas, el IMEO ha preparado también un ranking de las dietas más saludables que permiten conseguir una pérdida de peso moderada, hasta 1,5 kilos semanales y más de 6 kilos al mes, y pueden servir para reeducar los hábitos alimentarios y mantener un estilo de vida saludable.
Entre ellas destacan la de los días alternos, en la que se divide la dieta en tres bloques semanales --días de régimen, depurativos y sociales-- que, según la fase, se alternan de forma diferente; o la dieta mediterránea, basada en reducir el consumo de carnes e hidratos de carbono en beneficio de más alimentos vegetales y grasas monoinsaturadas.
También destacan la dieta Perricone, que prima la alimentación saludable y no la pérdida de peso, hecho que alimenta algunas visiones escépticas entorno a su efectividad; la paleo dieta o "dieta de las cavernas", que aboga por basar la alimentación en vegetales acompañados de carne, pescado y huevos; o la dieta vegana, que excluye carne, pescado, lácteos, huevos e incluso piel.