VALÈNCIA. Ir o no ir al debate electoral. Esa es la cuestión para algunos alcaldes de municipios grandes a quienes se les presenta el dilema. El primer edil de Burjassot, Rafa García, lo tiene claro. Directamente no fue ni hace ocho años, ni hace cuatro ni este al que se organiza en su municipio y que ha corrido a cargo de la entidad cultural Els Templers.
Juan Antonio Sagredo, alcalde de Paterna, hizo lo propio en el debate orquestado en La Canyada por la asociación de vecinos que preside el inagotable Pepe Carot. No acudió. Ambos, tanto García como Sagredo, enviaron a un secundario.
Jesús Ros llevó a cabo la misma estrategia en el debate inicial en su municipio, Torrent, el organizado por El Periódico de Aquí. No obstante, sí que asistió este jueves al de Tele Torrent. "Tenía un acto ya programado que coincidía con el primer debate, por eso no pudo ir", explican desde la agrupación local.
"El alcalde siempre está a otro nivel", señalan, en cambio, desde Burjassot. Y ese hecho de situarse en un estrato diferente y presumiblemente superior contiene una doble lectura. Por una parte, convierte al resto en segundones, en concejales y/o aspirantes que entran en disputa mientras él (en este caso García) se ocupa de otros menesteres que se supone más relevantes. Por otro lado marca una distancia, supone hacer un feo a la organización y, sobre todo, a la audiencia del acto. No sale en la foto. Ese evento desmerece su presencia.
"Quien manda solo puede perder con esta exposición. Si ya gobierna y es favorito, poco va a sumar, y cualquier fallo, un mal gesto, le será penalizado. Simplemente, no arriesga. En cambio, la oposición tiene que aprovechar cualquier foro para destacar y atacar al alcalde", explica un conocido consultor que trabaja con candidatos de diferentes formaciones y que prefiere que su nombre quede en el anonimato en este reportaje. Eso sí, critica que, si no va, el alcalde envíe a una persona de su equipo. "Eso es peor, mejor que no vaya nadie", apunta.
Si los debates de campaña entre alcaldables se suscitan principalmente en municipios grandes, los mítines se prodigan en todas las poblaciones, aunque especialmente en las anteriormente aludidas de mayor tamaño. No obstante, esa proliferación de acciones no conlleva que acuda más gente; más bien, en tiempos de teletrabajo y recepción en el propio domicilio de todo lo que se necesita, supone lo contrario.
El propio president de la Generalitat, Ximo Puig, apenas logró reunir a dos centenares de personas en actos comarcales en Dénia o, alrededor de esa cifra, en Paterna. Muchos militantes ni asisten. La situación puede extrapolarse a otros partidos.
"Lo importante de los mítines es lo que sucede antes y después. Con anterioridad, porque se envía invitación a todos los colectivos sociales y se demuestra que se cuenta con ellos. Después, porque se remiten fotos a medios y se cuelgan vídeos en redes sociales siempre captados desde perspectivas en las que se vea más gente y que trasladen la percepción de que el acto ha sido un éxito de público y apoyo. Pero, insisto, el mitin en sí no aporta. Se entera mucha más gente por lo que cuentas del acto que asistiendo", explica el consultor apelado con anterioridad.
En cualquier caso, la opción de la carpa a pie de calle se mantiene fiel a su esencia y presencia, aunque, más que con el fin primigenio de saludar e informar del programa, tiene un objetivo fotogénico, llamativo, para dejar claro que se está y luego, por supuesto, contarlo con imágenes repletas de sonrisas.
En Torrent el PSPV busca la originalidad entregando marcapáginas con una ilustración del antes citado Ros o regalando crucigramas en la entrada de la estación de metro, además de los clásicos y generales buzoneos. En Paterna, localidad también aludida anteriormente, los vecinos recibieron hace escasos días, de parte del Consistorio, un cubo para depositar basura orgánica que contenía dos bolsas con compostaje. Eso sí, a cargo de la agenda 2030 aunque casi coincidiendo con la campaña electoral. Mientras, en Sagunt el PP de Maribel Sáez incide en la herida abierta con la degeneración de las plazas al trazar un gran lazo negro humano este sábado junto a entidades vecinales.
Y retomando, tras el inciso de los dos anteriores párrafos, el tema de los debates, si tienen ausencias destacables y los mítines son para incondicionales, ¿está cambiando algo la campaña la inclinación del voto? "En general, no, aunque en algunos municipios sí por la acción de determinados candidatos", apunta un destacado dirigente socialista.
Tirando hacia su terreno resalta, en la línea de singularizar, a la alcaldable de Alfafar, Noelia García, y al de Gandia, José Manuel Prieto. Respecto a la primera apunta que "está trabajando mucho, con frescura, enganchando a un público joven y nuevo. Tiene al partido muy unido y enchufado y puede desbancar al alcalde que, en Alfafar, es mucho alcalde" (en alusión a Juan Ramón Adsuara, del PP).
Sobre Prieto, indica que "es uno de los candidatos más jóvenes de España, que afronta su primera elección aunque ya sea alcalde. Está llevando a cabo una campaña muy original, con perfil propio y sin renunciar a la marca".
Prieto, por cierto, sí acudió al debate de Radio Gandia. El PSPV también piensa que la campaña le está sentando bien en Oliva o Tavernes de la Valldigna, con Ana Morell y Lara Romero, respectivamente.
Por parte del PP, la intensidad de estos últimos días ha permitido que algunos de sus candidatos estén dándose a conocer entre la ciudadanía. Esta circunstancia consideran que puede sentarle especialmente bien (hablando en términos electorales) a Sara Palma en Paterna, que gana en las distancias cortas; a Fernando Gandia, en Mislata, aunque su reto contra Bielsa resulta casi imposible de superar; o a Modesto Martínez, en Alboraya, un candidato muy consolidado en el municipio que puede protagonizar uno de los cambios.
Paqui Bartual, alcaldable en Xirivella, también sigue acelerando en su enconada pugna con el socialista Michel Montaner, un duelo que observan con suma atención las direcciones provinciales de ambas formaciones. Algemesí, Carlet, Llíria, Utiel, Requena, Carcaixent, Aldaia, Chiva, Tavernes de la Valldigna o Buñol son otras localidades en las que el PP considera que la campaña está potenciando las opciones de sus aspirantes, al igual que Meliana, a donde acudió el propio presidente provincial, Vicent Mompó, recientemente.
¿Y cómo le están sentando estos días intensos a Compromís, la única formación autóctona que puede competir en la brega por alcaldías con populares y socialistas? Al igual que desde el resto de partidos, la señalan con optimismo, y ponen varios ejemplos concretos.
Por un lado, subrayan Tavernes de la Valldigna (curioso que los tres grandes partidos coincidan convencidos en esperar buenos resultados en esta población), uno de los grandes bastiones compromisarios con su máximo munícipe, Sergi González, en retirada relevado por Josep Llácer.
"El desgaste después de la mayoría absoluta de Jordi Juan y el cambio de alcalde al principio de este mandato no nos da miedo. La mejor muestra ha consistido en el acto de este jueves, con una plaza llena. Seremos la fuerza más votada y mantendremos seguro la alcaldía", afirman.
También subrayan su evolución en Bétera, donde ya dispusieron de la vara de mando entre 2015 y 2019 y ahora no lo hacen por una coalición que dirige Elia Verdevío, del PP. "En la localidad con más población de la comarca de Camp de Túria podríamos dar la sorpresa. Cristina Alemany, la exalcaldesa, ha incorporado en los lugares cuarto y quinto de su candidatura a Paula Solaz y Joan Partal, dos jóvenes muy conocidos en la población", añaden, para denunciar "el nervisismo evidente que se palpa y que ha llegado hasta el punto de que han manchado con pintura negra una de nuestras pancartas de publicidad electoral".
En Sagunt, por lo que respecta a Compromís, también se produce el hecho inusual de que la periodista especializada en medio ambiente Maria José Picó, ha tomado posesión del acta de congresista en sustitución de Joan Baldoví mientras participa, como dos de la candidatura que encabeza Pepe Gil, en la búsqueda del voto local.
"Este hecho, sin duda, dará visibilidad y un claro impulso al alcaldable, que le ha acompañado a Madrid en su primer día", opinan. Por cierto, otro periodista, Enric Cuenca, jefe de prensa del president de Les Corts, Enric Morera, va de número tres en la lista compromisaria saguntina.
Ciudadanos, el cuarto partido en alcaldías, fía su supervivencia, una vez transcurrida más de la mitad de la campaña, a las posibilidades del diputado Jesús Gimeno en Moncada, con acciones muy a pie de calle basadas en su lema ´Moncada ilusión' ; y al tirón y la lista de referentes locales de Raúl Claramonte, tercer teniente de alcalde, en Torrent.
Cs espera, en el área metropolitana, salvar alguna de sus actas de concejal en Manises, Benetússer o Xirivella, y, sobre todo, mantener sus alcaldías en Caudete, Cofrente, Barx y Llanera de Ranes.
En cualquier caso, todavía queda un intenso tramo final de campaña en el que los candidatos ya empiezan a atisbar la meta. Saben que apenas existe margen de error y, que, en muchas casos, necesitan dar un empujón para movilizar a los suyos o desmovilizar a los partidarios del principal rival con el fin de conseguir el resultado que marcará sus próximos cuatro años.